Todos sabemos lo importante que es el arco de personaje en cualquier historia. Más allá de lo que pasa (acción, romance, suspense, aventuras), se supone que tenemos que intentar que nuestro héroe/heroína cambie. Que sea una persona distinta al final de la historia.
Por otra parte, y esto es más de marketing que de narrativa, parece claro que lo que funciona, especialmente en el mundo de la autopublicación, son las sagas.
Ahora mi pregunta: ¿cómo hacéis cambiar a un único protagonista tantas veces? ¿Tan rabiosamente horrible era al principio que se pueden escribir varios libros en los que hace varios viajes internos y cada uno de ellos es una revelación?.. O ¿alargáis ese cambio a lo largo de la saga? O quizás vuelve a tener otra vez el mismo problema…
¿Alguien más se ha visto en este entuerto? ¿Alguna recomendación?
Sé que va a sonar a tópico romántico, propio de escritor venido a menos, pero yo creo que los personajes evolucionan solos. Al final, los acontecimientos de la historia son las que marcan sus reacciones, ¿no? Si un personaje no cambia, quizás sea porque su historia no ha sido lo suficientemente relevante.
A mí me encantan las sagas, pero tienen un peligro terrible, porque pueden dar lugar a historias inacabadas, con una facilidad increíble…
Bueno, yo tengo una saga de 7 libros en los que los personajes empiezan con 17 años y acaban con 48. Ya solo el paso del tiempo hace que vayan evolucionando en su manera de hablar, de pensar, de ver la vida y el amor… Uno de los personajes, que es una bruja, va viéndose cada vez más atraída por la magia oscura, por hacer lo que sea, aunque sea éticamente reprobable, con tal de acabar con los monstruos con los que luchan, sin darse cuenta de que en ese proceso se acerca peligrosamente a convertirse en uno de esos monstruos. El otro personaje, que empieza siendo totalmente escéptico respecto a los temas sobrenaturales, va viendo cómo ese escepticismo cae y comprende que, cuando por fin cree en ellos, no puede soportar enfrentarse a esos temas. Yo creo que hay muchos conflictos que se pueden narrar en una saga y que, si los personajes son lo bastante creíbles y están bien construidos, es fácil enfrentarles a conflictos que vayan haciéndoles evolucionar.