Audiolibros ¿tiene sentido en novela para autores con poco alcance?

Sigo con preguntas. He visto que empieza a haber muchas plataformas que te permiten crear el audiolibro de manera casi automática, la pregunta es ¿hay mercado?, ¿el mercado acepta los libros autogenerados o espera que sean leídos por uno o varios actores, con efectos, etc? (me refiero a
novelas, no a libros de ensayo o de no ficción). Yo no he usado un audiolibro en mi vida, por eso pregunto, porque para mí es una parte del mercado desconocida.

A mí solo de pensar en leerme en voz alta en plan bien una de mis novelas, grabarla, editarla, etc me parece una pérdida de tiempo infinita. Pagar para que lo hagan otros, me parece casi irreal. ¿Qué opináis el resto?, ¿ayuda a dar visibilidad por lo menos?

Hola @Avedon
Creo que esta es una cuestión bastante más compleja de lo que parece y que cada uno tendrá una opinión diferente según sus preferencias.
Yo creo que es una manera más de acercar a la gente a lo que escribes. Yo empecé a hacerlo hace poco con herramientas gratuitas (en mi caso son relatos; mucho más fáciles de pasar a audio que un libro) y quedé muy contento con el resultado (con dinero se podría mejorar), sin embargo es algo que necesita tiempo y mucha dedicación para que quede algo satisfactorio. Me tomé el tiempo suficiente para crear yo mismo una banda sonora de fondo y estoy preparándolo para poner también efectos de sonido. En audio es un mundo diferente, con otros intereses.
Si escribes bien pero la narración es mala, el efecto en el oyente es el mismo que si escribieras mal.
Tener las dos cosas, una escrita y otra narrada, creo que está bien si está bien hecha. La una no elimina a la otra. Hay gente que escucha mientras hace otras cosas porque no encuentra el momento para leer. Es como la voz en off en una película.
En mi opinión si eso hace que llegue tu historia a más gente, está bien.

Mi experiencia (limitada): con nueve libros publicados y dos de ellos convertidos a audiolibro, no lo recomiendo. En el primer caso, lo pagué yo a un profesional para quedarme con los derechos. Lo publiqué a través de FindAway Voices y apenas tuvo ventas. En el segundo caso, lo grabó un estudio profesional y lo distribuyen ellos (además, les he dado los derechos del primero). Aparecen en Amazon junto a los libros digitales y en papel, y en todas las grandes plataformas, pero apenas he visto ventas. Es cierto que no le he hecho mucha publicidad, pero la poca que le he hecho no ha tenido resultado. Si alguien tiene una experiencia distinta sería estupendo saber cómo lo plantea. La lógica dice que es un mercado en expansión y subirse a la ola los primeros nos debería dar ventaja, pero para mí, por ahora, ha sido un fracaso.

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Gracias por el feedback a ambos, yo lo veo como un come-tiempo brutal, si ya escribir es un sindiós de inversión de tiempo entre corrección y luego maquetación, etc, el tema del audio es tremendo (y eso suponiendo que tengas una voz decente para grabar). Al final todo se resume en cómo invierte uno su poco tiempo, tenía curiosidad, quizás funcionaba mejor de lo que pensaba, pero ya veo que no. Tengo lectores que se han convertido el epub en audiolibro porque son de los que prefieren que les cuenten el cuento y no son muy exigentes con el tema técnico/narración, pero veo que son los menos. No sé cuándo despegará esto, pero ahora mismo no puedo invertir tiempo.

Gracias de nuevo por aclarar este tema con vuestra experiencia. Un lujo poder contar con opiniones así, sinceras y directas.

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Estoy de acuerdo con lo que dice @Fede , que es algo que no no comenté la primera vez. Es un mercado en expansión y, aunque ahora no tenga mucho tirón, probablemente lo tendrá y la tecnología va muy rápido.
Yo me metí al audio igual que con las versiones en epub porque vas leyendo comentarios de gente, vas escuchando cosas por ahí… cada vez más habitualmente.
Hace 20-30 años había estos mismos debates por cosas que hoy ya están completamente normalizadas. Hace mucho menos tiempo que eso era un sacrilegio hacer fotos en digital en vez de hacerlas en carrete. Todo va hacia la comodidad. Si en vez de pararme a leer un libro, ya me lo leen mientras hago otra cosa…