Alexandra se encuentra inconsciente, ella lucha consigo misma para recobrar la consciencia y poder abrir los ojos, el cielo oscuro y la tenue iluminación de la luna le son relajantes y apoyan a que esta espabile, su cuerpo aun inmóvil empieza a recobrar fuerzas, levantando una mano para ponérsela en el rostro, afirmando que aun esta adormecida, unos segundos después logra apoyarse sobre sus brazos, quedando sentada y logrando observar su desconocido y tranquilo entorno.
A medida que su mente se aclara presta atención a su ubicación, arboles frondosos y muy altos se encuentran a todas partes, el pasto sobre el cual está sentada es frio y áspero, el canto de las aves y el revoloteo de sus alas le hacen abrir los ojos de par en par, no sabe en donde está ni cómo es que llego a este lugar. Al enfocar más su visión, logra apreciar algo a la lejanía, una gran torre, parecida a las que se pueden ver en castillos sobresaliendo a la vista, cerca de esta torre sobresale una fumarola oscura, como si su origen proviniera de un gran incendio.
Ella está un poco consternada, su cuerpo se carga de una gran señal de advertencia y peligro, comienza a inspeccionar su condición, notando que tanto sus prendas como sus extremidades se encuentras enteras y en buenas condiciones por lo cual opta por intentar ponerse de pie, logrando mantenerse estable y tomando una gran bocanada de aire mientras se estira a la vez que se inunda de pensamientos:
(¿Dónde estoy? … ¿Qué me paso? …)
Que opinan? Esto solo es un pedazo del comienzo