Me acaban de proponer escribir una versión novelada de la vida de un personaje célebre, al que se conoce por su trayectoria profesional pero no tanto por su vida amorosa, que según se dice fue muy glamorosa y nutrida. El encargo consiste en que me centre en la vida erótica del personaje en cuestión, que autoriza con entusiasmo la escritura de ese libro, sin redundar en hechos profesionales ya muy conocidos.
Mi consulta es por títulos que me podáis sugerir que hayan tenido un abordaje semejante al que describo arriba.
¡Muchas Gracias!
El problema es hasta que punto te permiten usar el nombre real del personaje, o vas a colocarle un nombre ficticio, pienso que esto es importante porque desde mi punto de vista personal eso inclinaría la balanza, de ventas del mismo libro, si el personaje es muy conocido en su vida profesional. Considero que no es lo mismo que escribas sobre la vida amorosa de Mario Vargas Llosa, o del Chapo Guzmán, o la vida amorosa de Pedrito el panadero. Los nombres de las mujeres, si son famosas también es de considerar, aunque siempre hay que ser cuidadoso a la hora de colocar nombres reales, lo ideal es tener el permiso de la persona para usar su nombre porque de lo contrario puede surgir una demanda. Si colocas nombres ficticios tanto del personaje principal como de los secundarios, tienes que dar una serie de detalles, para que los lectores sepan de quienes se esta hablando sin mencionarlos explícitamente, para que la novela aunque no mencione los nombres verdaderos se sepa de quien se esta hablando. Al menos esas son algunas de mis consideraciones. En la novela de Mario Vargas Llosa, TIEMPOS RECIOS, trata de la historia novelada de lo que fue el periodo de la revolución en Guatemala, la caída del gobierno revolucionario y quienes conspiraron para eso, el autor anota los nombres reales de muchos personajes que allí menciona, por la misma necesidad de dar realismo a los hechos que narra. En esa novela el autor también habla de una manera fuerte de las relaciones amorosas entre unos personajes; aunque lo indica de manera general no con los detalles de Cincuenta Sombras de Grey, que entre dentro de la novela erótica, que eso es otro problema dónde colocar tu novela, en el genero erótico o solo en el romántico.
@j1636
Gracias por tu aporte, j1636. Como ya dije, cuento con plena autorización del personaje referido tanto para utilizar su nombre verdadero como su apariencia y sus datos biográficos, Ése no es un problema y nunca lo tuve en casos semejantes.
En cuanto al género, se trata de una biografía novelada, basada en hechos y personajes reales.
Mi consulta no era ninguna de esas dos, sino sobre títulos que conozcan de biografías enfocadas en un solo aspecto de esa vida; en este caso el erótico.
Gracias.
Pues he de confesar que, aunque es un género que cultivo, no lo he leído mucho.
¡Gracias @Javier_Salazar_Calle y @serenaender !!
Ya me lancé y llevo escritas unas 8.000 palabras. Que no abunden los modelos previos es un estímulo más. Haré camino al andar.
Abrazos!
@serenaender Me gusta pensar que tengo mi forma personal de tratar el erotismo en la escritura, pero no es una posición literaria formal sino que dicho abordaje está preñado de la manera en que vivo el erotismo en mi vida real: apasionadamente delicado. No me gustan las “mitades de camino” en ningún aspecto de la vida así como tampoco concibo encuadrar al erotismo en ningún esquema específico. Dado que la protagonista de la historia (el personaje en cuestión) es una mujer, imagino que será explícito el deseo y sutiles las acciones, aunque gobernará siempre el carácter de sus testimonios que me va grabando en audio. También me propongo vencer el pre-concepto de que lo explícito es masculino y lo sutil, femenino. Ya la tensión sensual que provocan estas sesiones de grabación de testimonios y anécdotas entre personaje mujer y escritor hombre es un combustible sumamente inflamable, y espero que eso se note página a página.
¡Gracias por tu interes!
Has despertado mi interés. Tengo curiosidad en ver cómo lo vas a abordar. Ánimo y suerte con el proyecto.
Me gusta más moverme entre lo sutil, pero lo cierto es que cuando he hecho esa distinción, por lo general, no se ha basado tanto en el género como en la personalidad del personaje.