Hola, estoy escribiendo una novela y me gustaría saber qué opinión merece cada uno de estos estilos de escritura, cual se ve mejor? Gracias.
Capitulo 1: El despertar de la realidad
“- Juro que nunca más seré tan patético – dijo con el puño en alto, al más puro estilo “lo que el viento se llevó”.
En ese momento se encontraba en el portal de su casa, un edificio de apartamentos de clase baja que había sido reformado recientemente. El mármol falso color latón de las paredes le daba un toque interesante.
Era de noche y brillaba una gran luna. Mientras sostenía el brazo elevado y cerrando el puño con fuerza, la miraba, y por sus mofletes resbalaban unas lágrimas bastante voluminosas. Las lágrimas resbalaban e intentaban evitar la caída escondiéndose brevemente en la comisura de sus labios, haciéndole saborear su sal, antes de que la gravedad las precipitase definitivamente y estallasen frente a las baldosas, también de patrón marmóleo.
Días atrás había salido de fiesta como hacía todos los fines de semana, y había ingerido gran cantidad de drogas, incluyendo éxtasis, que provocaba en él una depresión posterior que solía aparecer a los 2 o 3 días, y que, al terminar y empezar su serotonina a recuperarse, suscitaba la mención de promesas sin compromiso pero con mucho convencimiento, que eran rotas el viernes siguiente con el nuevo “cocktel” de psicotrópicos.
Dentro de él, sabía que no podía seguir así. Venían a su mente muchas imágenes y recuerdos, todos negativos. Su ex, el cómo ella estará avanzando más en la vida, el cómo él es un perdedor… en fín, había engañado a su cerebro con felicidad artificial y ahora le estaba dando la paliza emocional de su vida.
Subió a casa lentamente, con ademán de fracasado, empujándose de cada escalón sin ninguna gana, con los hombros bajos y con la mirada gacha, centrando la mirada solamente en el siguiente escalón que tenía delante.
O Bien:
Capítulo 1: El despertar de la realidad
‘¡Juro que nunca seré tan patético de nuevo!’ proclamó con el puño en alto, al más puro estilo de ‘Lo que el viento se llevó’. Y así es como se encontraba, en el portal de su casa, un edificio de apartamentos de clase baja que recientemente había sido renovado. Las paredes adornadas con falso mármol color latón le daban un toque interesante al lugar.
Era una noche oscura y la luna brillaba intensamente en el cielo. Él sostenía su brazo en alto, con el puño cerrado con fuerza, mientras la miraba fijamente. Lágrimas voluminosas rodaban por sus mejillas, tratando de esconderse brevemente en la comisura de sus labios antes de caer y estallar contra las baldosas con patrones que se asemejaban al mármol.
Días atrás, había salido de fiesta como lo hacía todos los fines de semana y había consumido grandes cantidades de drogas, incluyendo éxtasis. Esto había provocado en él una depresión posterior que solía aparecer entre 2 y 3 días más tarde. Cuando su nivel de serotonina volvía a la normalidad, se convencía a sí mismo de que no volvería a consumir, sin embargo, el siguiente fin de semana volvía a caer en el mismo patrón de consumo de psicotrópicos.
En su interior, era consciente de que no podía seguir viviendo así. Imágenes y recuerdos negativos invadían su mente. Su ex pareja, y cómo ella estaba avanzando en la vida mientras él seguía siendo un fracasado. Había engañado a su cerebro con la falsa sensación de felicidad artificial y ahora estaba sufriendo las consecuencias.
Con los hombros caídos y la mirada baja, subió lentamente las escaleras, empujándose a sí mismo con cada peldaño. Se sentía como un fracasado, sin ganas.