El número de KENP leídas, ¿es real o falso?

Les cuento algo muy extraño que me pasó y que me hace dudar de la veracidad del número de KENP leídas que da Amazon:

Tengo publicada una novela como Kindle (Amazon.es) y durante más de un mes estuve recibiendo por esa novela regalías por varios cientos de KENP leídas diarias (en algunos casos pasaban las mil páginas leídas al día). Pero de pronto, un día, debido a un problema con mi tarjeta de crédito (durante 4 horas Amazon no pudo hacer el cobro por la publicidad, luego actualicé mi tarjeta y ya pudo cobrar) las lecturas KENP leídas bajaron abruptamente ese mismo día a apenas unas pocas decenas y a los tres días estaban en cero y se mantuvieron así, en cero, por semanas (luego de mucha promoción y ventas e vuelto a levantar las KENP leídas).

Es raro pues, como mi novela tiene 552 páginas, sería de suponer que, aunque el algoritmo ya no la mostrase a nuevos lectores potenciales, lo que estaban leyéndola siguieran haciéndolo y que la disminución del número de KENP leídas diario fuese paulatina y no de golpe.

Esto me crea suspicacia:

¿Consideran posible que Amazon genere KENP leídas falsas?

Al fin y al cabo lo que pago por publicidad en Amazon advertising es siempre más que lo que Amazon me paga por las KENP leídas.

2 Me gusta

De la pregunta de @JoseAlejandro me llama la atención esto.

Al fin y al cabo lo que pago por publicidad en Amazon advertising es siempre más que lo que Amazon me paga por las KENP leídas.

Llevo casi diez años leyendo sobre todo lo relacionado a publicar en Amazon. Como es lógico suponer, entre esos temas está la publicidad de pago en esa plataforma.

Salvo contadas excepciones, los que recurren a ella coinciden en algo: siempre pierden dinero. Las justificaciones son infinitas: para darme a conocer; para que el algoritmo descubra mi obra; para que otros autores no se pongan delante de mí; para esto; para aquello; etc

Este impuesto a la publicación (del que se puede prescindir tranquilamente), incluye la práctica de incluir el propio nombre en la lista de palabras por las que se paga cuando alguien hace clic. ¡Pagar por el propio nombre y por el propio apellido! Esto último quiere decir que si un autor trabaja duro fuera de Amazon para darse a conocer, cuando alguien lo descubre e introduce su nombre en el buscador de la plataforma, ese clic le cuesta al autor cierta cantidad de dinero… En pocas palabras, Amazon le cobra a ese escritor por un clic que él mismo ayudó a generar con su propia labor de promoción.

Absurdo.

Pero esto está aceptado bajo el sacrosanto dogma de que si no se hace publicidad en Amazon, no se pueden vender libros.

Yo no hago publicidad. Nunca la he hecho… ¿Y sabéis qué? Mis libros se venden. ¿Y por qué se venden? Porque son reconocidos por el algoritmo. Para eso solo hace falta paciencia y leer con detenimiento hasta la última página de instrucciones que la propia Amazon publica en KDP. Luego probar hasta dar con la propia fórmula, de ahí lo de la paciencia.

2 Me gusta

Sí… podríamos decir que, salvo contadas excepciones, un porcentaje ínfimo de los autores venden más de 1000 ejemplares de sus libros. Lo mismo aplica aquí.

Esto es una práctica muy extendida, no solo en Amazon ni, desde luego, solo entre autores. Busca cualquier empresa en Google y el primer resultado será un anuncio de esa empresa (por el que le cobran mucho más que Amazon). Se llama marketing defensivo: el objetivo, resumiendo, es que esos espacios no los ocupe otro producto. Creo que en la página de producto de tu libro de Amazon hay enlaces a otros sesenta libros, aproximadamente. Si puedes reducirlos, sobre todo, los que más clics se llevan, estarás aumentando tus ventas. Además del valor añadido de que el potencial lector vea que no eres un escritor cualquiera, sino que ya tienes varios libros publicados o que el libro es parte de una serie, lo que le puede animar más a comprar.
Por mi parte, estoy encantado de pagar 0,20 € para que Amazon venda un libro del que cobro 3 €. ¿Lo habría vendido igual? Puede. Pero puede que no.

2 Me gusta

Desde que llegué, hace poco, he devorado tus post en este foro, @Fede. De ahí que incluyera eso de salvo contadas excepciones. Se necesitan números importantes para que lo de la publicidad funcione y pocos lo logran. Mientras tanto Amazon hace caja con las ilusiones de un sinfín de escritores, que nunca llegan a destino por más que caminen… O paguen.

Yo sigo en mis trece de que lo mejor es crear un catálogo amplio. ¿Quieres pagar publicidad? Hazlo cuando tengas un buen número de libros publicados. Creo recordar que el mismo @Fede lo ha dicho en algún hilo de este foro.

Totalmente. La mejor forma de publicitar un libro es escribir el siguiente. Si son de la misma serie, mejor. Un ejemplo: mi primer libro (el primero de una serie que ya va por seis novelas) tiene el doble de ventas que el quinto. ¿Es mejor libro? Ni mucho menos. ¿Se explica la diferencia por que uno ha estado publicado más tiempo? Probablemente no. Pero la publicación del segundo, del tercero, del cuarto, del propio quinto y del sexto le han hecho, indirectamente, publicidad al primero.

Yo diría tres, al menos, pero depende muchísimo de un sinfín de factores.

En resumen, la tragedia en este caso es que hay que trabajar muchísimo más e invertir mucho dinero en promover tu novela que el esfuerzo que pusiste en escribirla. Básicamente, es un trabajo de tiempo completo (sin fines de semana) por el cual uno PAGA en lugar de COBRAR. Es tan ridículo que causa gracia.

Por aquello de “El que calla otorga”, entiendo que todos comparten la misma idea de que Amazon probablemente infla las cifras de KENP leídas para mantenernos enganchados haciendo publicidad, con la ilusión de que más gente de la real está leyendo nuestros libros.

Mi pregunta es, ¿alguien le ha escrito a Amazon quejándose de esto o saben de alguien que lo hiciese y cuál fue la postura de Amazon para explicar el extraño comportamiento de las KENP que se describe en el post inicial?

No, ni mucho menos. Aquí hay varias cosas que no se están teniendo en cuenta, como el periodo de atribución, que es de catorce días. Además, si se lee en un dispositivo que no está conectado a Internet, las páginas leídas no se actualizan hasta que se vuelve a conectar, lo que puede generar informes raros. En el mundo anglosajón ha habido varios experimentos para comprobar el número de páginas leídas y todos son inequívocos: Amazon informa correctamente.