Pienso que si. Aunque, la mayoría de las veces experimento un tiempo en el que parece que todo se ha detenido. Sin importar lo duro que trabaje o que todas las puertas se me cierran y que no se están abriendo puertas nuevas. Terminamos en un desierto estancado de frustración y confusión.
Todo cuesta en esta vida: trabajo, esfuerzo, dinero, porque nada caerá del cielo. Y, aunque dedico amor y pasión a un proyecto, ese pequeño bebé, como yo le llamo, necesita mi cuidado, mi atención y trabajo, horas de desvelo, tiempo, antes de verlo nacer.
Soy perseverante, aunque en el camino y antes de que ese sueño se haga realidad, experimente rechazos o negación.
No obstante, seguiré luchando y perseverando, hasta que mis sueños se hagan realidad no me dejaré vencer por los obstáculos, por más grande que sean.