Saludos.
A ver: está muy bien eso de interesarse en uno. Denota responsabilidad. Sensibilidad, etc. Ahora bien, quien escribe se supone que sepa, que pueda ayudar, que esté de servicio y que ofrezca una prestación. No es obligatorio, pero es peligroso para los demás. Nadie quiere leer algo triste, se pega, aburre. No quiero ser el basurero de otro, tengo suficiente basura en mi vida. Todo el mundo también.
Quieres ver lo que otros ven. Si lo que otros ven es agradable y tú no lo ves, tienes un problema de autoestima. Si no es agradable y no lo ves, estás mirando en el lugar equivocado. Lo que no está bien en uno se encuentra observando a los demás. Si crees que alguien es mentiroso y eso te molesta es porque estás viendo la mentira en ti, entonces ya puedes ir a observarse a ti para arreglarte, es la seguridad de que mientes. El arreglo no es tratar de cambiar, sino reconocerse y decir: ¡Ah! esto es ser mentiroso. Cuando te agarres diciendo una mentira, a menos que sea una mentira conciente, como lo es una mentira literaria como decir que Macondo es un pueblo donde había una enfermedad de olvidar los nombres de las cosas.
Somos como espejos. Un espejo no puede verse a sí mismo, tiene que buscar a otro espejo. Es así como funciona.