La partera de Sevilla (Diario de una represaliada) es una novela histórica en primera persona. Se desarrolla en Sevilla, en un tramo de tiempo que va desde octubre de 1927, momento en el que la protagonista, Consuelo Garrido (1906), una joven resuelta y reivindicativa, comienza sus estudios universitarios en la Escuela de Matronas (Hospital de las Cinco Llagas), dominada por el corporativismo de los tocólogos, hasta agosto de 1936. En este período de nueve años hay acontecimientos políticos que repercutirán en su vida de diversas maneras: la Dictadura de Primo de Rivera, la II República, en su vertiente izquierdista y derechista, y el fallido golpe de Estado, que se transforma en Guerra Civil.
A través de la mirada de Consuelo y de la importante contribución de Manuel, su padre republicano y mentor, seremos testigos de cómo la sublevación militar, apoyada por la Iglesia, el Ejército, la derecha política, las élites sociales y económicas y los medios de comunicación, se va engendrando hasta convertirse en una triste realidad en julio del 36, pocos meses después de la victoria del Frente Popular. La novela hace hincapié en el machismo imperante y en la cruenta represión de las mujeres, en particular de las matronas por ser personas libres e independientes, gracias a su trabajo, y ocupar el espacio de los hombres (pertenencia a partidos políticos, sindicatos e incluso a la masonería).
Entre los numerosos personajes, principales y secundarios o simplemente “anexos” que acompañan a esta valiente mujer —que no da las espaldas al amor—, hay tres elementos que dinamizan la acción: el corral de vecinos, el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla y la cárcel de la Ranilla.