Hola a todos! Me llamo Abhilasha Pandey y soy de India. Llevo 3 años estudiando español y 6 meses enseñándolo. Con el fin de practicar y mejorar mi expresión escrita, redacto un artículo cada semana sobre varios temas. Me gustaría que comenten sobre los temas que presento y que me den sugerencias para pulir mis destrezas.
Muchas gracias por leer! Ahora os dejo con el articulo:
En la actualidad, el concepto de inmersión lingüística está en auge, especialmente entre los estudiantes de cualquier lengua extranjera. Literalmente, la inmersión lingüística se define como rodearse e instruirse al fondo la lengua meta,incluso mudarse al país donde se habla. Esto puede tomar varias formas como unirse a academias nativas, participar activamente en actividades culturales y también esforzarse por aprender mediante la interacción social. De los ejemplos citados, se hace muy obvio que inmersión lingüística tiene un carácter social. Aunque lo inalcanzable que suena este traslado, ha sido respaldado psicológicamente. Lev Vygotsky, un psicólogo ruso, propuso una de las teorías más influyentes de desarrollo cognitivo, desde la infancia hasta la adolescencia. La teoría sostiene que el entorno en el que los infantes se desenvuelven determina el desarrollo de varias facultades cerebrales como inteligencia, conducta social, lenguaje etcétera. Pese a su carácter psicológico, la teoría se aplica en el aprendizaje de una lengua extranjera. Durante una inmersión lingüística, nos ponemos en un entorno en el que la lengua meta es el medio de comunicación principal. De ahí que estemos obligados a conversar en ella, a diferencia de nuestros estudios convencionales, que suelen centrarse en gramatica y, en cierto modo, son flexibles. En pocas palabras, la inmersión lingüística nos proporciona una oportunidad para salir de nuestra zona de confort y poner en marcha el conocimiento adquirido.
Los estudiantes que se trasladan a un país extranjero especialmente con motivos académicos llevan unas ilusiones, mudándose con la expectativa de que se conviertan en un nativo en términos de su entendimiento del idioma y que esa inmersión refine sus habilidades lingüísticas. No obstante, todo lo que brilla no es oro, por lo tanto, no es posible precisar los beneficios sin obtener experiencia de primera mano. Esto es lo que nos aporta César, relatando su experiencia de aprender francés a través de inmersión lingüística, en uno de los episodios de su podcast “español intermedio”
Antes de nada, cuenta su rutina de estudio que acataba durante su estancia. Se rodeó por completo del idioma: escuchando, leyendo e incluso viendo películas en francés. En cuanto a su expresión escrita, se compró unos libros de escritura creativa en francés, e incluso mantenía un cuaderno en el que garabateaba algo cada día y practicaba traducciones.
Tampoco dejaba pasar ni su tiempo libre desaprovechado. En momentos de fatiga, navegaba su cuenta secundaria personalizada en instagram en la que solo consumía el contenido en francés.
A continuación, detalla su experiencia de estudiar en una academia francesa. En primer lugar, señala las inconsistencias en el sistema de agrupación de clases. A fin de economizar sus recursos, ponían, en la misma clase, estudiantes que no poseían el mismo nivel de control del idioma. Segundo, comenta sobre la heterogeneidad del profesorado, que se variaban en cuánto a sus métodos didácticos. Por un lado, existían profesores que adoptaban metodología creativa y dinámica, consiguiendo que los alumnos fuesen participativos y que se profundiceran sus conocimientos. Por otro lado, algunos no hacían tanto hincapié en la conceptualización de los temas impartidos, como consecuencia, algunas clases carecían dinamismo. Por último , subraya la variedad del alumnado, que se diferenciaba en cuánto a sus grados de motivación: quienes aspiraban a matricularse en la universidad francesa percibían la trayectoria de aprendizaje como un deber que tenían que cumplir. Al contrario, también acudían a la academia aquellos, como él, a quienes los impulsaba esa misma trayectoria, teniendo motivación intrínseca para el aprendizaje.
Tras el relato, el orador coteja los pros y las contras de su experiencia entera. Afirma que esta mudanza temporal ha enriquecido su conocimiento del léxico. Para él, el logro más fructífero ha sido el cambio de enfoque, que antes era en precisión gramátical y ahora es en ganar fluidez. Admite que ha mejorado su comprensión de varias estructuras gramaticales que le resultaban complejas anteriormente e incluso su fluidez. Para ello trataba de tener conversaciones con los franceses en diferentes contextos sociales, lo cual aguzó su expresión oral y le hizo perder el miedo de hablar en público.
En lo relativo a las contras, resalta una que es más ostensible– el presupuesto. Una inmersión lingüística supone una gran inversión dineraria, desde los gastos de viaje y alojamiento hasta las tarifas académicas. Además de ello, reconoce que en ocasiones múltiples fracasaba en conversar en la lengua meta durante una conversación y que oscilaba entre inglés y francés.
El cierre del capítulo no es muy concluyente y el juicio final del orador no es polarizado. Según él, factores como las estrategias adoptadas, la complejidad de la lengua y el país de destino determinan en qué medida cumple con las expectativas.
De esta experiencia, se puede desprender que la inmersión por sí sola no garantiza lo deseado, dado que no es una varita mágica que asegure la perfección. Puede dar resultados satisfactorios solo si va acompañada por compromiso sincero, constancia y disciplina.