Yo creo que para estas cosas no sirven. Para marujear, que es para lo que las usa la mayor parte de la gente, sí, pero para vender libros… Lo de leer es algo que a todo el mundo le parece muy importante, pero si preguntas a alguien que diga que le gusta leer, qué libro o libros ha leído recientemente… se queda pegado. Hay dos clases de personas: los que como diversión leen libros, y lo que con el mismo propósito ven la tele. Son el 10 y el 90% (respectivamente) de la población. Por lo tanto… Y los que se manejan en las redes sociales son los que ven la tele.
Para vender libros (y para todo) los que hay que hacer es salir a la calle a dar la cara, y si consigues salir en la tele hablando de ello, o que te den el Planeta, entonces… Es una cuestión de comerciales (vendedores profesionales), que ya sabemos que no abundan.
Mi único recurso para vender son las redes sociales.
Pero me llevan mucho más tiempo que escribir.
Vendo poco, pero algo es algo.
Pues no creo que el ratio visita/compra en las redes sociales sea alto. A mí me visitan muchos, tanto en la red como en el blog, pero me compran poco.
La impresión es que el asiduo de las redes está acostumbrado al “todo gratis” y, aunque los precios sean bajos, no compra.
Muy interesante todo lo que mencionas. Muchas gracias!
Estoy de acuerdo contigo @Ricarfer. El lector asiduo al libro gratis, es muy difícil que compre, a no ser que se deje llevar por algún otro amig@ que le anime a ello, o tu visibilidad sea tan buena que le invite a hacerlo. De hecho, las campañas de promoción gratuita suelen funcionar muy bien, aunque la gran mayoría tarden en leer los libros, o incluso, algunas personas no los lean nunca…
Además de esa costumbre del todo gratis, el lector necesita que algún prescriptor de su confianza le recomiende el libro. La ausencia de una editorial o un autor conocido que le dé una fiabilidad previa dificulta mucho las compras.
Yo mismo he comprado, o descargado libros gratis, que no merecían ni ese esfuerzo de descarga.
Por fin un lugar donde se habla claro.
Coincido con las decepciones descritas en este hilo. Reconozco que algún contacto interesante me ha surgido gracias a ellas, pero no son efectivas para vender y hacerse con una legión de lectores gracias a ellas. Lleva años conseguir algún resultado, es muy lento y muy laborioso, por tanto, no compensa el esfuerzo. Es posible que a un escritor que venda mucho, el hecho de estar activo en una red social le ayude a fidelizar y a sostener lectores para su siguiente libro. Incluso es necesario que estén en algunas ocasiones para no decepcionar a sus fans. Son casos contados. Para todos los demás lo considero un tiempo valiosísimo perdido si pretendemos usarlas para vender.
Lo que me tiene agotado, es la insistencia que se sigue haciendo en libros de marketing para escritores, y en mucho contenido que existe en internet sobre esto (algunos de pago), en el que se considera como imprescindible trabajar las redes sociales para poder vender. Me he tragado muchos libros, muchos vídeos y mucho contenido sobre esto para encontrar solo contadas perlas realistas sobre este asunto. He intentado muchas cosas, seguí rigurosamente consejos de marketing para redes que nunca me llevaron a ninguna parte. Hablo de años intentando muchas cosas, no de meras pruebas de un calentón. Lo siento, hay cosas que igual funcionaron en su día, pero hace tiempo que dejaron de hacerlo.
Únicamente @Marc_Reklau con su libro “Autor rico, autor pobre” fue el que expuso lo que para mi es la cruda realidad y al fin alivió mi frustración, gracias. Luego llegó @elescritorfantasma y me dio (y me sigue dando) grandiosos consejos y tips para acelerar el proceso de captación de buenos lectores para prosperar en el negocio, gracias. Mi último descubrimiento, este foro, gracias.
Creo que hay que estar en las redes sociales porque hoy en día es casi obligado, como marca personal, estar en alguna, y porque algo siempre puede caer, vale, pero el hecho de encontrar y formar un red de seguidores es una tarea casi inútil. Una pérdida de tiempo preciosa que se puede dedicar a escribir más libros, que es una de las mejores claves de marketing que puedo aconsejar. Como se dijo por arriba, es mejor utilizarlas como relajación y ocio personal que estrujarse en tener una estrategia de ventas en ellas. Lo mismo con los blogs y los dichosos consejos de SEO. Creo que el contenido orgánico ya dejó de ser tan efectivo como hace unos años, y ya no son rentables para escritores de ficción, el tiempo que hay que dedicar a formarte, a hacer docenas de pruebas y a adaptarte a los constantes cambios es enorme. Mejor, escribamos libros.
Personalmente, la que más he utilizado y en la que me siento bastante cómodo es Twitter. Para que os hagáis una idea, tengo 2600 seguidores. 1600 llegaron por mi primer libro y unos 1000 sé seguro que están relacionados con la temática de mis dos últimos libros. Centrémonos en estos últimos: puedo afirmar que de esos 1000 me habrán comprado como mucho unas 10 personas. Eso después de mucho tiempo y de habérmelo trabajado muchísimo. Mis ventas llegaron de verdad cuando me metí en Amazon Ads, no con las redes sociales.
Más datos, haciendo pruebas. Un anuncio regalando uno de mis libros en Facebook Ads (eso sí es útil como red social) me trae unos 90 nuevos suscriptores a mi lista de correo al mes sin apenas mover un músculo. Un mes sin esos anuncios, pero siendo muy activo en las redes, promocionando lo mismo, me trajo 14.
Otros datos que para mi son significativos y que reflejan la inutilidad de vender libros en redes para modestos plumillas como yo. Si observáis la cuenta de Instagram de Javier Castillo (escritor top en España y en el mundo) vemos que tiene 400.000 seguidores. Desde hace un tiempo hacia aquí ya no utiliza tanto esta cuenta para hablar de sus libros como lo hacía. La utiliza para promocionar marcas que le pagan por utilizar su imagen. Es más, sus seguidores se dispararon cuando empezó a hacerlo. Aprovechando este filón, su mujer tiene otra cuenta independiente donde se dedica en exclusiva a promocionar productos de belleza principalmente, pues cuenta con 732.000 seguidores (hace no mucho, lo duplicaba a él), y para colmo, existe otra cuenta independiente para su familia: el escritor, su mujer y sus dos hijos pequeños, dedicada a lo mismo y con 515.000 seguidores. Todas las cuentas están relacionadas y una foto en la cuenta del escritor es un guiño directo hacia alguna de las otras dos y viceversa. Con ello no quiero criticar nada de ellos, simplemente ejemplificar el nivel literario de las redes sociales, donde un gran escritor consagrado queda relegado a pesar de su trascendencia como tal. Visto esto ¿a dónde vamos el resto?
He vendido CERO libros en redes sociales. Por eso me he ido de Facebook y Twitter.
Facebook Ads pueden dar buenos resultados y sé de autores que venden muchos libros con FB Ads pero creo que hay que trabajarlas mucho (texto, foto, etc.)
Mi santo grial son los Amazon Ads. Me solucionan todo. Ya no necesito ni amigos (que nunca compran mis libros de todos modos) jajajaaja
Gracias por leer mi libro @Jorge_Caneda !
Si bien estoy de acuerdo en líneas generales, tampoco creo que haya que descartar las rrss tan rápido. Este es un pantallazo de las respuestas a un email de la cadena de bienvenida a mis suscriptores, que creo que estaremos de acuerdo en que son nuestros superfans; los que casi siempre comprarán nuestros libros (esto lo tengo comprobado haciendo pruebas en los lanzamientos).
De las diez respuestas, tres llegaron hasta mí directamente de Twitter. Pero es que también son muy interesantes los dos que me conocieron a través del canal de un youtuber… que me conoció a través de Twitter. Y es que creo que las rrss son una herramienta perfecta para hacer networking, si me permitís el anglicismo. La cantidad de influenciadores que me ayudan a promocionar mis libros, tanto en las propias rrss como en entrevistas de YouTube, podcast, etc., es increíble. También me sirvieron para conocer o conocer mejor a @pzbolivar o @pacolguerrero , con los que he podido hacer acciones de promoción conjuntas muy exitosas.
En resumen: mi experiencia también dicta que los anuncios de pago son la herramienta más directa para lograr ventas, pero creo que las rrss tienen un potencial enorme para hacer tanto ventas directas como indirectas. Y ojo, porque los anuncios pagados son infinitamente más rentables para autores de no ficción, por regla general. A los pobres que nos dedicamos a inventar historias nos suele costar un poco más.
Edito para añadir otro dato. Compras a través de enlaces de afiliados últimamente. Están por orden de ventas y se encuentra rápidamente Twitter (y más abajo Facebook); una vez más, uno de mis principales canales.
Gracias por tus datos. ¿Cómo es eso de compras a través de enlaces de afiliados?
Son enlaces en los que la persona que pone el enlace en un trocito de su «terreno» de Internet, se lleva una pequeña comisión por la venta. Los hay de todo tipo, pero para nosotros creo que lo más aplicable son los de Amazon: afiliados.amazon.es
Económicamente es una nimiedad, salvo que vendas muchísimo, pero es un método excelente para hacer una aproximación al origen de tus ventas y para saber si ciertas acciones de promoción (desde publicaciones en rrss a anuncios) funcionan o no.
¿Te refieres a que tu proporcionas un enlace de afiliado de tu libro para que otras personas lo pongan en su web, en redes, en foros, en blogs, etc.? De esa manera si alguien pincha en ese enlace y comprara ¿tú obtienes una venta de tu libro y el que lo puso se lleva una pequeña comisión? ¿Cómo pequeñas cantidades? Yo ahí veo un buen pellizco.
No, no. Yo genero esos enlaces codificados en Amazon Afiliados y los utilizo en mis plataformas: redes sociales, web, email, anuncios de pago, etc. Así, con los resultados puedo saber cuáles funcionan. También ofrece información interesante, por ejemplo, sobre la tasa de conversión. Los anuncios pueden obtener muchos clicks pero pocas ventas, mientras que el email, con muchos menos clicks, obtiene las mismas o más ventas.
Efectivamente, en el momento de la venta, yo me llevo las regalías del libro y, además, como el enlace afiliado es propio, me llevo una ínfima cantidad de comisión (que no se extrae de lo otro). También me llevaría comisión si anunciara lavadoras en mi web y, de hecho, te llevas comisión (aunque menor) si esa persona que hizo click en tu enlace compra otro producto que no es el tuyo.
Vale, ya entendí. Gracias Fede. Y ahora me fijo que la columna de la derecha es la facturación de los productos vendidos, no lo que tú te llevas. Aclarado.
En mi caso, sigo opinando que el ratio de beneficio que se le puede sacar a las redes sociales es ridículo en comparación con el tiempo que puedo destinar a él. La mayoría no nos dedicamos a ser escritores al 100% y el poco tiempo libre que nos queda al final del día es mejor invertirlo en seguir escribiendo y en otro tipo de campañas de marketing (aunque sea de pago) que acorten los tiempos para la obtención de superfans.
Como todo, está muy relacionado con cada uno, que debemos ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades. Hay algunos que se mueven en redes como pez en el agua mientras que otros tenemos que esforzarnos en sacarles partido. Ocurre lo mismo, por ejemplo, con usar otros formatos como el podcast o los vídeos. Hay autores a los que no les cuesta o les gusta (¡ @pzbolivar !), mientras que yo no me imagino dedicándole tanto tiempo a esas otras actividades que no me son tan naturales.
Sí, depende de cada caso, como todo: influyen muchísimos factores. De todas formas, añadiría también que hay una fiebre por conseguir seguidores a toda costa con tal de aumentar el número visible y, haciéndolo así, resulta engañoso. En mi caso, prefiero calidad que cantidad, es decir, lectores que realmente estén interesados en mis obras y, por eso, me ciño a eventos e hitos significativos en torno a ellas. Esto, por otra parte, no supone tampoco invertir mucho tiempo.
Yo utilizo las redes sociales para promover ebooks gratuitos y conseguir reviews en Amazon
Jejejeje. A mí me ha recordado algo que tiene muy poca utilidad práctica… pero que mola mucho. Tener esa comunidad de seguidores vale para disfrutar —a veces mucho— cuando aparece un troll. Basta compartir la barbaridad que ha dicho el/la susodicha con un pequeño comentario irónico o sarcástico y dejar que la magia ocurra. Tener buenos seguidores puede ser una muy buena forma de disfrutar de un _______ [insertar palabra hiriente preferida].
¡Muy buen video, @pzbolivar! Lo suscribo totalmente. Quizá se haya pasado por el foro para informarse.
Lo tengo hecho alguna vez en el pasado; pero, al final, es darle voz y visibilidad además de perder tiempo en ello. Si se los ignora, desaparecen: viven de las polémicas y, si no las consiguen, ponen rumbo a otro puerto.
Un vídeo muy interesante. Todos fueron cambiando sus ideas iniciales de un modelo: voy a conseguir miles de seguidores porque con eso venderé mucho a mejor menos y que me hagan caso y vender no es el único objetivo. Además, cada uno descubrió su camino.