“LAS TRES ESENCIAS PARA CAMBIAR EL MUNDO”
PRÓLOGO
Este libro no está escrito para todos.
Aquí no encontrarás respuestas rápidas, ni frases que reconfortan sin herir. Solo hay heridas abiertas, pensamientos desordenados, y verdades que no se maquillan.
Si estás dispuesto a sentirte incómodo, a dejar atrás los filtros, y a acompañar un proceso real —no perfecto— de dolor, rabia, reflexión y conciencia, entonces sigue. No son órdenes, es una preparación.
No busco lectores, busco compañeros.
INTRODUCCIÓN
El título de este libro hace referencia a que es posible el cambio, la mejoría, puesto que a ojos míos y de muchas personas el mundo no pueda ser perfecto, lo importante es saber qué podemos hacer para aspirar a que sea lo mejor posible. Para los inconformes con el mundo.
Estos tres enfoques de una misma vida me llevan a comprender que nada es como realmente uno cree; el egocentrismo, la resignación y la indiferencia son propios del ser humano. Cada enfoque refleja fallos y la evolución de mi pensamiento y la invalidez de cada enfoque por separado.
En este mundo hay tigres, hay ovejas y hay águilas.
Los tigres rugen y atacan. Luchan contra el mundo con furia, porque creen que solo así podrán sobrevivir. Son fuerza pura, impulsados por la rabia de haber sido heridos, traicionados o rechazados. Los tigres no aceptan la injusticia; la muerden, la despedazan. Pero esa misma furia que los mantiene vivos también los devora desde adentro. La rabia puede ser motor o jaula.
Las ovejas aceptan el dolor en silencio. Se adaptan, se resignan, creen que es mejor soportar la vida como es que enfrentarse a una batalla que saben que no pueden ganar. Siguen al rebaño porque piensan que al hacerlo encontrarán seguridad. Pero esa misma conformidad las encadena. La aceptación puede dar paz o ser una prisión disfrazada de tranquilidad.
Las águilas observan desde lo alto. Se elevan por encima del caos, creyendo que nada de eso les afecta. No pelean, no sufren, simplemente miran desde la distancia. La indiferencia les da libertad, pero también las aísla. Pueden volar tan alto que terminan olvidando lo que es sentir. La indiferencia puede ser protección… o una caída silenciosa.
Yo he sido los tres.
Este libro no es una historia de victoria ni de derrota. Es una historia de transformación. Porque ser fuerte no es elegir ser tigre, oveja o águila. Es aprender cuándo ser cada uno. Rugir cuando te opriman. Aceptar cuando el dolor sea inevitable. Volar lejos cuando el mundo te asfixie.
No nací para encajar. Nací para encontrar mi propia verdad, aunque duela. Y al final, la mayor verdad que encontré es esta: el mundo puede rechazarme, pero yo no voy a rechazarme a mí mismo.
Este libro es para los que sienten rabia, resignación o desconexión. Es para los que luchan, para los que aguantan y para los que se alejan. Es para los que creen que solo pueden ser una cosa. Para que descubran que pueden ser todo.
Porque los tigres, las ovejas y las águilas no sobreviven solos. Pero juntos, son imparables.
Esto no pertenece a una época específica, porque las luchas internas del ser humano no cambian con el tiempo. La rabia, la resignación y la indiferencia han vivido en cada generación, desde los primeros días de la humanidad hasta hoy, y seguirán viviendo mientras el mundo siga siendo imperfecto. Esta verdad no envejece, porque la lucha por encontrar quiénes somos realmente es eterna.
Posee un fuerte mensaje que puede llevar a las personas incomprendidas a dejar de buscar vanamente la aprobación de la sociedad, aprender a vivir con unos valores sólidos y a desarrollarse como persona pero sin apartarse del mundo.