No me lo cuentes, muéstramelo! ¿Siempre?

Creo que todos los escritores hemos leído muchos artículos y libros (o ido a talleres de escritura) que te explican (casi te exigen) la importancia de “mostrar” la narración y no solo de contarla.
Como decía Anton Chejov: “No me digas que la luna brilla. Muéstrame el destello de luz sobre el vidrio roto”
Tengo dos preguntas:

  1. ¿Hay que siempre “mostrar” en la narración en vez de “decir”
  2. ¿Cuándo es útil (y más efectivo) “decir” y no “mostrar”?

Un saludo,

J. J. Fernández

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Creo que el “show, don’t tell” es una regla fundamental que sólo podemos romper cuando sabemos que lo estamos haciendo. Me parece que hay momentos en el que es mejor mostrar y no contar (cuando queremos que algo avance rápido, por ejemplo, porque si no, aburrimos al lector).
A veces pasa en algunos libros que un personaje se entera de algo y después se lo cuenta a otro personaje con lujo de detalles (y como consecuencia el lector lo tiene que leer dos veces). A lo mejor son dos o tres párrafos que se podrían haber solucionado con un “Juan le contó a Pedro todo lo que había averiguado el día anterior.”
Dicho esto, creo que la mayoría de las veces es mejor mostrar que contar. Pero claro, esto es una opinión personal.

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Y estoy totalmente de acuerdo contigo, Cristian.
También cuando lo que estás “contando” no tiene una carga emocional fuerte y no necesitas “mostrarlo” en detalle al lector.

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Coincido con Cristian y JJFnandez.
Creo que un exceso de mostrar puede agotar al lector. Me parece adecuado ciertos momentos de contar, no demasiado largos, pero para un mejor encuadre. No mucho más.

Creo que el axioma “Show, don’t tell” es útil cuando se aconseja a una persona que se está iniciando en la escritura o cuando uno repasa los principios básicos. Por algo aparece siempre en los primeros momentos de cualquier curso o taller de escritura. Esto se hace evidente al pedirle a un principiante simplemente que escriba “¿Qué has hecho el domingo?” y su respuesta será una enumeración de acciones a modo de “lista de compras de almacén”, sin invitarnos a incursionar en su mundo ni en una historia.
Un escritor formado y activo sabrá administrar cuándo describir, mostrar y hasta metaforizar, y cuándo ser expeditivo en el avance de la acción.

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Yo creo que en el panorama actual y teniendo en cuenta los comentarios y salvedades de otros autores que el panorama actual del lector es el que manda. De acuerdo con el cine, en el que el ritmo es alto, en muchos géneros literarios los lectores exigen lo mismo y quieren ritmo alto, muchas veces sin adornos y que puedan imaginarse ellos mismos los personajes y espacios. Tal vez es un poco contradictorio con la norma «Show, don’t tell». No lo tengo demasiado claro. Lo que sí que hago es que para romper inercias, ralentizo la acción (imaginad una escena de un duelo de miradas de un tipo que va a darle un aviso a nuestro protagonista de que si sigue excavando en un asunto va a tener problemas). Aquí muestro, muestro y muestro y lo combino con el «tell». No hay que abusar, pero a mí me encanta cómo queda… :wink:

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Tienes toda la razón. En todos los libros sobre escritura que he leído, en todos, comentan la regla «Show, don’t tell» y creo que como bien dices, es primordial para un escritor novel. Yo me considero —y soy— uno de ellos, y al principio, cuando no tenía ni idea de esto, sólo me dedicaba a contar, por ejemplo: «Juan cogió el coche y condujo hasta su casa. Se fue a la cama para dormirse». Es un ejemplo muy exagerado, no he llegado a escribir así, pero me refiero a que no mostraba casi nada a relación como lo hago ahora.

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Mis respuestas van a ser un poco contradictorias… pero bueno.

A la pregunta número: sí, siempre.
A la pregunta número dos: cuando está narrado en primera persona y el protagonista ve algo que “activa” un recuerdo (es hora de revelar información).

Tengo pro ahí un artículo sobre infodumping que tal vez aclare tus dudas. Es una de las cosas que más detesto en una novela, así que lucho contra él allá donde esté.

¡Nos vemos!

No sé, creo que para estas cosas no hay una norma fija, ¿no? Todo depende del estilo y, sobre todo, de la escena que se esté describiendo.

Todo tiene su momento.