Noches de insomnio

"Hoy te escribo por acá para desahogar mi pesar, todo lo que hiciste, haya sido con intensión o no, me hirió, lastimo y hundió.

Tu traición, la de mi hermano, la persona más cercana, que sabia todo de mi y me levantaba de las penumbras con un abrazo, fue quebrantada por tu opinión verdadera con respecto a mi, a mi ser, a mi alma, la cual te había entregado con mucho amor…

Incrédulo creí que vos también lo hiciste, que me dejaste ver a través de ti, de tu esencia de tu alma, de tus ojos. Pero nunca me mostraste nada, te idealice y me convencí que no eras aquella persona llena de problemas y envidia. Y fue una farsa, una gran farsa creada por mi cabeza, la cual vos alimentabas cada día, con tus frases, abrazos, caricias, besos, regalos y tiempo. Ese tiempo que te entregue sin dudar y que vos raramente si me lo dabas, esa atención tan particular… Viniendo de alguien como vos, no dude en defenderte con todo aquel que haya ensuciado tu nombre, diciendo que eras un verdadero amigo y que no eras para nada malo, es más, te admiraba: eras genial, divertido, compañero, LEAL.

Pero cada una de tus mentiras salió a flote, como un pétalo de rosa que intenta hundirse en el mar, y por su peso solamente sabe flotar, como tus mentiras, que eran tan burdas y pesaban menos que las nubes.

Esas nubes que admirábamos juntos, como dos niños deseando ser queridos. Y ahora que por fin lo somos, tu avaricia desencadeno este desastre, esta tormenta que no intentaste parar, para no perderme… Tu egocentrismo hizo lo suyo y vos elegiste tu bando, hiciste tu elección y esta es la consecuencia, mi distanciamiento.

Ya no soy tu hermano, tu incondicional, tu fruta roja o dulce amargo. Simplemente soy alguien, que nunca más se dejará engañar por alguien como vos. Que por una insignificante pelea me mostraste deslealtad ante mis espaldas, no tuviste la decencia que tendría el hombre qué conozco en decirme el problema frente a frente, preferiste hacerte la victima e inventar historias de mi, paradojas que solamente pasaban en tu mente, y no en la realidad. Deseaste quedar bien vos, no pensaste en mi, en lo que causarían en mí tus mentiras desdichadas. Eso me dio a entender, que en verdad nunca cambiaste, al menos pensaba que no eras capaz de mentirle a tu mejor amigo de años. Pero entiendo que eso no tuvo ningún peso para vos ni en tu conciencia, ahí comprendí lo que realmente valía para vos. Valí una pelea sola, para acabar con este lazo tan fuerte que creí construir, el cuál vos cortaste a sangre fría y a traición, a espaldas mías.

No puedo mirarte a los ojos, mi alma no entiende como fuiste capaz de algo así. Deseando tener mis dotes, mis medios, mi arte, mis letras, deseando tener algo de lo que yo tengo, me traicionaste, porque querías tener mi vida. Deseaste estar mejor, pero no permitiste que yo estuviera mejor que vos, porque todo tu circulo social vive de mentiras para parecer la mejor persona del mundo. Inconscientemente tu avaricia desenfrenada desato este hecho, algo tan efímero, como una flor arrancada, provoco mis noches de insomnio…"