Hola, María:
Ve a una librería o biblioteca y échale un ojo a los libros infantiles que allí hay. Verás que los hay más breves y más extensos. No hay un molde.
A mi juicio el número de palabras de tu novela no es algo especialmente relevante. Lo que debe preocuparte es que la historia que narra esté bien desarrollada, que su estructura sea sólida y proporcionada, que no haya desequilibrios entre sus partes, etc.
Imagínate que tú decides que tu novela tenga cincuenta mil palabras, pero esas palabras se van casi todas en el planteamiento, lo que da lugar a un desarrollo jibarizado y un final precipitado. Tendrás una novela de una extensión media, pero no será una buena novela.
De modo que en mi opinión hay que prestar más atención «a lo de dentro» que al computo de palabras.
Un abrazo.