Solicitud de Asistencia: Mejoras y correcciones de la escritura

¡Hola a todos!

Estoy en busca de diferentes perspectivas que me ayuden a mejorar mi prólogo. Creo que sus experiencias y conocimientos pueden ser de gran valor para este proceso.

Si tienen un momento, me encantaría recibir sus comentarios, sugerencias o cualquier recurso que consideren relevante. Mi objetivo principal es mantener la intriga sobre qué le sucede al personaje y cuál es el misterio detrás de las gemas.

¡Muchas gracias de antemano por su tiempo y colaboración!

Saludos cordiales.
Prólogo

El fuego crujió en la chimenea, proyectando sombras que danzaban como presencias inconfundibles en las paredes de la cabaña. Sobre la repisa, un viejo medallón con símbolos extraños parecía observar la escena. El abuelo, envuelto en su manto gris, se reclinó en su sillón con un leve suspiro. Su mirada, fija y distante, se perdía en las llamas, como si allí pudiera encontrar respuestas que el tiempo le había negado. Frente a él, su nieto, un niño pequeño, se sentaba en el suelo, abrazando sus rodillas con fuerza. La atmósfera estaba cargada de una quietud palpable, como si el mundo alrededor de ellos se hubiera detenido.

—¿Alguna vez te he hablado de los cinco clanes y la Gema del Nexus? —preguntó el abuelo, su voz grave, apenas un susurro que se fundía con el crepitar de la leña.

El niño negó con la cabeza, sus ojos amplios reflejando el titilar del fuego.

—Hace mucho, mucho tiempo —continuó el abuelo, su mirada oscura y profunda como un pozo antiguo—, antes de que el mundo se dividiera, los clanes vivían en armonía. Cada uno era guardián de un elemento esencial: el Fuego, el Agua, la Tierra, el Aire y… —se inclinó hacia el niño, su voz bajando un tono— …la Sombra.

El niño frunció el ceño, intrigado.

—¿Pero no eran enemigos? ¿Por qué estaban juntos?

Una sombra fugaz cruzó el rostro del abuelo, y por un momento, el tiempo pareció detenerse. Sus ojos se nublaron con el recuerdo.

—No siempre fue así. Hubo un tiempo en que los clanes se unían, trabajando juntos para mantener el equilibrio del mundo. Su magia protegía a todos de las fuerzas oscuras que rondaban las fronteras… Pero esa paz no duró.

El abuelo se inclinó hacia adelante, sus dedos temblando ligeramente al acariciar el brazo del sillón, como si el peso de la historia le aplastara el alma.

—Todo cambió durante una ceremonia ancestral: la Unión del Éter. Una vez cada cien años, los clanes se reunían para renovar el pacto que los mantenía unidos. Usaban un artefacto sagrado, la Gema del Nexus, para canalizar su magia. Pero en una de esas ceremonias, algo terrible ocurrió…

El niño se acercó más, su voz un susurro lleno de expectación.

—¿Qué pasó?

—La gema… se fracturó —el abuelo levantó una mano temblorosa, como si intentara sujetar algo invisible, su rostro tenso—. Se partió en cinco fragmentos. Y con ella, la alianza entre los clanes se desmoronó. En un solo instante, todo colapsó.

—¿Por qué se rompió? —el niño preguntó, su voz apenas audible, como si temiera saber la respuesta.

El abuelo apretó los labios, y por un largo momento, no dijo nada. Finalmente, con un suspiro, habló.

—Algunos decían que el clan del Fuego quiso más poder… Otros que fue el clan de la Sombra, siempre rodeado de secretos. Pero la verdad, pequeño, es que un hombre ambicioso lo provocó todo: Kaelthar, el líder del clan de la Sombra.

Los ojos del niño se agrandaron, su respiración se aceleró.

—¿Qué hizo?

—Kaelthar saboteó el ritual. Deseaba controlar toda la magia, pero no pensó en las consecuencias. Cuando la gema se rompió, el mundo entero tembló. Un rugido atronador resonó en todos los rincones del planeta, como si la misma tierra estuviera llorando. La energía se desató como un torbellino de caos. Los clanes perdieron el control de sus poderes, y todo comenzó a desmoronarse.

El niño abrazó sus rodillas con más fuerza, con sus ojos fijos en el abuelo.

—¿Y nadie intentó detenerlo?

—No, hijo. El odio y la desconfianza ya estaban arraigados. Cada clan tomó un fragmento de la gema y se encerró en su rincón del mundo, temiendo que los demás quisieran arrebatárselo. A partir de entonces, nacieron las guerras, las traiciones… y las leyendas.

El abuelo se dejó caer hacia atrás en el sillón, sus ojos llenos de un cansancio profundo. Pero su voz aún mantenía un brillo, un destello de sabiduría.

—Pero esta historia no termina aquí. ¿Sabes lo que dicen las leyendas ahora?

El niño negó con la cabeza, el corazón latiendo fuerte en su pecho.

—Dicen que un día llegará alguien con la sangre de todos los clanes en sus venas. Alguien capaz de reunir los fragmentos de la Gema del Nexus y restaurar el equilibrio. Cuando ese día llegue, los clanes tendrán que decidir: ¿unirse o perecer?

El niño miró el fuego, su mente creando imágenes de lo que había escuchado, como si esas palabras tomaran vida ante sus ojos. Sin saber por qué, algo en su interior vibró, como si la historia resonara en un rincón de su alma que aún no entendía.

El abuelo lo observó en silencio durante un largo momento, con sus ojos profundos, como si estuviera buscando algo en su mirada.

—Recuerda esto, pequeño: las respuestas a los misterios más grandes del mundo están a menudo ocultas donde menos las esperas, aguardando a ser halladas.

Antes de que el niño pudiera preguntar más, el abuelo desvió su mirada hacia el fuego, dejando que las palabras se instalaran en el aire, pesando como una verdad inquebrantable.

De repente, un golpe seco resonó en la puerta, interrumpiendo el susurro del viento. El abuelo se levantó.

—Es demasiado tarde para visitas —murmuró, su voz tensa, como si el aire hubiera cambiado.

El niño miró hacia la puerta, sus ojos llenos de incertidumbre.

Un segundo golpe. Más fuerte.

La tensión se hizo palpable, como si el tiempo mismo estuviera esperando. El abuelo giró hacia el niño con gravedad.

—Quédate atrás, pequeño.

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Hola Damian. Yo no soy moderador pero alguien te recomendará por aquí que antes de participar de alguna manera, te presentes en la sección de presentaciones.
En cuanto al prólogo, a mi me gusta como está escrito. Aunque tratamos temas diferentes, me siento identificado con muchas de tus formas de escribir y expresarte. Para mí, está muy bien.
Por ser un poco puntilloso, aquí…
*“Frente a él, su nieto, un niño pequeño, se sentaba en el suelo”
…creo que le falta algo. Si te detienes a escribir que el nieto era un niño pequeño, creo que debería de haber algo más o escrito de otra forma que nos de una idea de la edad aproximada del niño ya que esa descripción es demasiado amplia y ambigua.
Así como el abuelo está detallado y me hago una imagen de él, los niños cambian mucho en pocos años y necesitan de un poco más de precisión; así no me puedo hacer una imagen de él.

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¡Hola! Gracias por la recomendación. No sabía que era necesario presentarse primero, pero lo haré sin falta. Aprecio mucho tu consejo.

@Damian_Luberiaga tu prólogo tiene una atmósfera envolvente y un misterio cautivador, pero podría beneficiarse de un inicio más contundente. Considera arrancar con el abuelo observando el medallón mientras murmura: “Todo comenzó con la fractura de la Gema del Nexus.” Esto inmediatamente capta la atención y abre paso al relato. Para mantener la tensión, podrías aludir al peligro inminente de manera sutil, como un cambio en el ambiente antes del golpe en la puerta. Tienes un gran talento, aprovéchalo.

¡Hola! Me encanta la atmósfera envolvente y la intriga que creas en tu prólogo. Hay una gran carga de misterio que genera una sensación de anticipación, y la historia sobre los clanes y la Gema del Nexus tiene mucho potencial. Aún así, si me permites, haría algunos ajustes para profundizar un poco más en la conexión emocional y en la claridad de ciertos detalles.

Lo primero que destacaría es el ritmo. La tensión va subiendo bien, pero en algunos momentos puede sentirse que la narración se estanca. Quizás podrías incluir pequeños detalles visuales o sensoriales que complementen la escena, para que el lector sienta el ambiente más vívido. Por ejemplo, ¿cómo se siente el frío en la cabaña? ¿El sonido de las llamas es más fuerte o suave? Estos pequeños matices pueden contribuir a sumergir aún más al lector en el mundo que estás creando.

Otra cosa que me gustaría sugerir es reforzar la relación entre el abuelo y el niño. Si bien sabemos que el abuelo tiene sabiduría, quizás podrías hacer que el niño también muestre una mayor curiosidad e implicación en la conversación, para que su participación sea más activa. De esa forma, el lector también se siente más cercano al niño y más comprometido con lo que está sucediendo.

Además, sobre el misterio de la Gema del Nexus, sería útil establecer un poco más de contexto antes de sumergirse en la historia misma. ¿Por qué los clanes tenían esa piedra? ¿Cuál era su función en el equilibrio del mundo? Eso podría darle más peso a la caída de la gema, haciéndola aún más trágica y relevante para la historia.

Finalmente, el final del prólogo, con el golpe en la puerta, es una excelente manera de mantener el suspenso. Quizás podrías hacer que la reacción del abuelo sea un poco más visceral, con un toque de miedo o urgencia, para que esa incertidumbre se sienta más fuerte y nos deje con una sensación de que algo grande está a punto de suceder.

En general, tienes una base muy sólida y misteriosa. Con estos pequeños ajustes, podrías hacer que el prólogo sea aún más impactante y cautivador. ¡Espero que estas sugerencias te sean útiles!