Sí, por lo que sé, son buenos profesionales; alguna editorial para la que trabajé tenía acuerdos comerciales con ellos. Lo que no sabía es que daban servicio a autores por cuenta propia (aunque ha pasado tiempo desde entonces, y es de celebrar que se vayan abriendo a los nuevos tiempos).
He estado mirando en su web y, por lo que he leído, se requiere un stock mínimo de cinco ejemplares y haberlo dado de alta en la Agencia del ISBN. ¿Sería pues distribución en depósito (el autor imprime los ejemplares y la distribuidora los coloca en las librerías sin que la venta esté garantizada), en firme (adquisión de ejemplares pagados por parte de la librería) o impresión bajo demanda?
Es importante la distinción porque, no es tanto cuántas librerías trabajan con ellos, sino a cuántas se puede llegar. Esto es:
-
En depósito, habría que imprimir alrededor de 3000 ejemplares para estar en idéntico número de librerías con un solo ejemplar (siempre y cuando quieran comercializar el título). De ahí que las tiradas medias serias por cuenta ajena se sitúen por encima de esta cifra. Inconveniente: que nada garantiza su venta y pueden ser devueltos sin obtenerse beneficios.
-
En firme, lo mismo que lo anterior en impresión, pero con la diferencia de que la librería paga el/los ejemplar/es por anticipado (con un descuento normalmente en torno al 30%). La distribuidora y el autor pues cobran ya la venta de inmediato, y la librería hará lo propio cuando lo compre un lector.
-
Y, por último, la única que no exige una gran inversión, impresión bajo demanda: solo se imprime cuando un lector realiza un pedido.
Las dos primeras, desde mi punto de vista y en gradación, son demasiado especulativas para un autor (también para una editorial; pero como publica muchos títulos, las pérdidas que ocasionan unos se compensan con las ganancias de otros).
De todas formas, cierto es también que, aun con solo cinco ejemplares en el almacén de la distribuidora, tiene sus ventajas: quizá no estará físicamente en las librerías (y puede que tampoco en su catálogo); pero si alguien pide el libro en ellas, se lo sirven sin problema. La cuestión es tener imprenta de mano (supongo que Azeta no imprime) y estar atento para reponer el stock. Aunque hay que calcular los costes de impresión, envío y que cuadren con el porcentaje de beneficio (supongo que será 60% para distribuidora y librería, 40% para el autor; es lo habitual).