Yo no tengo experiencia en publicar con editoriales tradicionales, pero todo al que he leído dice que la publicidad es la misma, es decir, ninguna. Salvo que seas uno de esos 10-20 autores (de novela) en España que son minas de oro, incluso Planeta o Penguin o Alfaguara, al resto de libros, no les hace o apenas les hace publicidad. Así que, te publiquen o autopubliques, los lectores te los tienes que buscar tú (hasta que tengas tantos que ellos te buscan a ti).
Al menos eso es lo que he podido leer; yo, por ahora, solo tengo dos novelas autopublicadas. Las presentaciones me las he gestionado yo y he conseguido algo de visibilidad de esa forma, yendo a la radio de mi ciudad, en redes, con el blog y un largo etc. Nos guste o no, los libros no se venden solos. Dicen los que han publicado con editorial tradicional que no difiere mucho, pero seguro que alguno nos lo puede contar de primera mano, que yo solo estoy parafraseando lo que he leído.
Hola Fede.
Tienes toda la razón. El gran problema de escribir no es publicar, es que te vean.
Hace algunos años, cuando comencé con más dedicación a esto de escribir y autopublicar, me decía un amigo que estaba en un restaurante y que en una mesa cercana, estaban cuatro comensales, periodistas muy conocidos y que se quejaban amargamente de que en España era imposible vender más de 10.000 ejemplares.
Nos echamos unas risas porque yo me conformaría con que mis libros los comprase gente que NO conozco. O sea que, imagina si vendo 10.000, hago una fiesta que dejo a las de Ronaldinho como una fiesta infantil.
Un abrazo.
Carlos
10.000 ejemplares suena bien, sí. Pero igual hay que planteárselo como decía @Marc_Reklau en otro tema: es difícil ganar 2.000 euros al mes con un libro. No lo es tanto ganar 200 euros al mes con cada uno de tus diez libros. Vender 10.000 ejemplares de un libro es complicado; habrá que intentar publicar unos pocos y ver si entre todos… Yo con el segundo he aumentado en un orden de magnitud las ventas y las regalías. No creo que con el tercero sea un salto tan grande, pero por mucho que se aplane la curva, siempre va a ser más fácil.
¡Saludos!
Si alguien te pide dinero para publicar tu libro da la vuelta y corre. No son serios.
Una Editorial seria TE PAGA para publicar tu libro.
La mayoría de la gente que te vende cursos de “Como vender muchos libros” no venden muchos libros pero si saben como vender cursos.
Lo mejor es aprender autopublicación y marketing (para mi Amazon Ads)
Conozco muchos autores que se ganan la vida con sus libros. Todos son autopublicados. C
Conozco muchos autores que estan con editoriales. Todos lloran.
Esa es la clave en la mayoría de los casos, @Fede. Como en cualquier otro negocio, cuantos más activos tengas, mayores son las ganancias.
Volviendo al tema del hilo, en esto, cada caso es particular y no se debe generalizar. Habrá autores a los que nunca les hayan propuesto pagar y a otros a los que sí. Pero es que hay que entender también el punto de vista de las editoriales, no como entes culturales, sino como empresas que buscan el rendimiento económico.
Sin duda, una de las opciones preferidas por los autores para publicar un libro es a través de las editoriales de mayor tamaño. Es lógico: gran parte de los éxitos literarios están asociados a ellas. Sin embargo, aunque a veces ocurre, no acostumbran a incorporar a su catálogo obras de escritores noveles. ¿A qué es debido?
Una de las principales razones es numérica, basada en estadística y probabilidad, si bien por tacto y educación remiten respuestas tipificadas en las que se exponen causas como no encajar en la línea editorial o tener cerrada la recepción de manuscritos. La cuestión es que, un autor sin experiencia previa, no suele alcanzar una gran repercusión más allá de su entorno inmediato, siendo lo habitual que el rango de ventas de la mayoría oscile entre veinte y doscientos ejemplares; en el mejor de los supuestos, rara vez supera los mil. Y teniendo en cuenta que existen cerca de 5000 puntos comerciales ya solo en España, para cubrirlos todos con un único ejemplar, se precisa imprimir como mínimo esa misma cantidad más unos centenares adicionales para grandes superficies ―de ahí que la tirada media en ficción se sitúe en torno a los 5600 ejemplares―. Los costes y las expectativas de beneficio no cuadran, no es viable. Y mucho menos lo sería si se añadieran gastos derivados de promoción y publicidad.
Por otro lado, el mercado es impredecible, nadie puede asegurar a ciencia cierta qué libro destacará, y además, está sobresaturado de novedades: cada semana, se lanzan por cuenta ajena más de 1500 libros, casi 7000 al mes, unos 80 000 al año; y pese a no haber datos contrastables, es muy probable que, sumados a los autoeditados, aumente esa cifra de manera exponencial ya que más del 99% de los manuscritos suelen ser rechazados. La competencia es enorme, los canales de venta muy numerosos y la visibilidad efectiva más complicada de conseguir en la era digital que en la analógica. En tal escenario, los riesgos deben estar muy medidos y delimitados por parámetros de seguridad o, de lo contrario, supondrían pérdidas inasumibles.
Igual ocurre en las editoriales de mediano y pequeño tamaño. Si no hacen bien los cálculos, terminan echando el cierre más pronto que tarde. Por eso, aunque estas son más proclives a descubrir nuevos talentos literarios, las tiradas acostumbran ser más ajustadas y, en consecuencia, la presencia física en librerías más dispersa y la perspectiva de beneficios mucho menor. Sin embargo, los escritores sin conocimientos financieros y del funcionamiento de la industria, no suelen ser conscientes de ello y es bastante común que acaben culpando al editor de no haberse cumplido sus expectativas pese a haber hecho todo lo posible con los medios a su alcance. Esto obliga muchas veces a mantener largas conversaciones formativas ―lo cual no entra dentro de las competencias contractuales― para evitar que se enturbien las relaciones, y aun así, no siempre se consigue. Son situaciones indeseables que se convierten en otro motivo más por el que se declinan propuestas de noveles y se muestra una clara preferencia por tratar con profesionales, más acostumbrados a las vicisitudes propias del oficio.
Por tanto, difícil, pero no imposible. Es importante intentarlo y, más aún, no desistir de producirse negativas, perseverar; hay una gran cantidad de oportunidades para conseguirlo, en concreto, más de tres mil en España, siendo la base de datos de editoriales del Ministerio de Cultura la más completa y de mayor utilidad para ampliar las opciones de publicación. Haciendo uso de ella, se podrá buscar todas las de una comunidad autónoma, provincia e incluso localidad; eso sí, recordando que, cuanto menor sea el tamaño de la empresa, también lo será su capacidad económica. Y no es poca la diferencia por facturación: pequeñas, menos de 500 000 €; medias-pequeñas, entre 500 000 y 3 000 000; medianas, entre 3 000 000 y 6 000 000; medias-grandes, entre 6 000 000 y 18 000 000; grandes, más de 18 000 000.
Con estos datos a la vista, es fácil deducir que uno de los puntos más importantes en un contrato de edición, junto al porcentaje de regalías ―comúnmente, en torno al 10% para la versión impresa y 25% la digital―, es el tiraje. De esto depende la distribución de la obra, la cantidad de puntos de venta en los que estará disponible de inmediato. Las grandes editoriales suelen imprimir lo suficiente para cubrir todo el mercado; las más pequeñas, en cambio, acostumbran a ajustarse a valores seguros, alcanzables por la mayoría de autores: entre cincuenta y doscientos ejemplares. Ambas referencias deben tenerse en cuenta en las negociaciones para llegar a un acuerdo razonable y aceptable.
Y como las estimaciones de venta para cada autor y obra van a ser muy dispares, los contratos y las condiciones estipuladas en ellos también. Habrá editoriales que, de plano, rechazarán una propuesta de edición si ven que no va a resultar rentable; pero puede darse también el caso de que, bien a instancias del propio autor o del editor, puedan proponer alguna alternativa. Pero, como digo, no se puede generalizar porque cada caso es muy particular.
Ni es cierto que todas las editoriales cobren por publicar, como tampoco lo es que ninguna pueda ofrecer esa opción a alguien en concreto. Depende mucho de la expectativa de venta.
Hola!!
Bueno, yo por mi experiencia puedo decir que las editoriales como tal, no te cobran dinero por publicarte un libro. Tengo cinco libros publicados con Mestas Ediciones.
Y luego hay otras, como bien indicáis que cobran por los servicios editoriales. Tengo uno publicado con Bubok, pero creo que Círculo Rojo actúa de manera similar. Es decir, pagas por ISBN, por la publicación en papel, y bueno, hay varios packs con diferentes precios.
Ahora he publicado dos directamente en Amazon, y aunque con el primero tuve una experiencia muy desagradable que aún no he solucionado, con el segundo no ha habido problema.
Yo veo, desde mi experiencia, que el libro lo tienes que promover tú igualmente, aunque sí que es cierto que la editorial también lo mueve.
La principal diferencia es lo que ganas con los libros, por supuesto. En mi caso, por 3000 ejemplares vendidos con la editorial, doy gracias si llego a los 300€, porque en Hispanoamérica se venden a muy bajo precio…
Ahora que los estoy vendiendo yo en Amazon, evidentemente los resultados económicos son mayores. No sé si llegaré a tanto alcance como la editorial pero es cuestión de tiempo.
Un saludo!!!
Hola Marc!
Te vi hace unos día en youtube con Monica Fuste, y me encantó todo lo que comentaste!!
Muchísimas gracias por tu inspiración!!
Un saludo!!!
Sí, así es, @AnaBelen. No obstante, es muy habitual entre noveles pensar lo contrario por desconocimiento.
Incluso si para el escritor es un mero pasatiempo, para los profesionales del sector es su trabajo, lo que significa que todos los implicados en la comercialización y difusión del libro ganarán o perderán dinero, y si el autor no muestra seriedad en este sentido, será abandonado a su suerte de inmediato para minimizar riesgos y costes. Tampoco hay tiempo para rectificaciones; cada novedad tiene su momento, y si pasa, no vuelve, más aún en la distribución física, donde la rotación y devolución de ejemplares se puede producir en un plazo tan corto como una o dos semanas.
Por eso, ha de hacerse pues todo lo posible desde el lanzamiento para lograr resultados a corto plazo, en especial, si se publica por cuenta ajena y en uno de los grandes grupos. La razón es sencilla: lo habitual es que la editorial dé mayor respaldo a aquellas obras que se vendan bien desde el principio, relegando al ostracismo las que van quedando rezagadas, asumiendo que las primeras generarán un efecto de bola de nieve mientras que las segundas darán pérdidas. Es lo que suele pasar…
Hola AnaBelen,
me alegro que te haya gustado
Saludos,
Marc
¡Totalmente de acuerdo contigo, @AnaBelen! Seas grande o pequeño, novato o best-seller, autopublicado o fichado por Planeta y PRH, tu libro lo vas a tener que promocionar tú.
Una anécdota: Hace unos meses, cuando firmé con PRH, una amiga escritora me envió un mensaje diciéndome que me felicitaba y que se alegraba porque a partir de ahora iba a poder dedicarme exclusivamente a escribir sin tener que pensar en promoción y márketing. Es una percepción muy común, incluso entre escritores, pero creo que está muy alejada de la realidad.
La inversión en una grande acostumbra a ser mayor, y hay que vender mucho más por tanto para alcanzar cifras de venta positivas, superiores a los costes. Cuanto más inviertan, más hay que implicarse. Por ejemplo, la gira de primavera-verano de Posteguillo con Y Julia retó a los dioses:
https://www.santiagoposteguillo.es/2018/10/proximos-eventos/
A esos niveles, solo los autores más consagrados y con bases de lectores de millones pueden permitirse invertir poco tiempo en promoción. Sino, la alternativa es fichar en editoriales de menor tamaño o bien negociar con las grandes tiradas más bajas, en función de la potencia de cada uno. Pero si la apuesta es fuerte, hay que responder con la misma intensidad, no hay otra.
¡Muchas gracias! La he visto y me parece muy interesante. ¡No sabía que vivías en un barco!
Creo que si un editorial aprecia tu trabajo y su potencial de ventas, no debería cobrarte. Simplemente firma un contrato de exclusiva contigo, invierte en publicación, mercadeo y distribución y se lleva prácticamente el 90% del precio del libro. A veces incluso te pagan un adelanto pero en caso tal que quiera cobrarte, es preferible el auto publicación, para que el 70% de las ventas sean tuyas
¡Bienvenido a la comunidad, @Wonderdanny8!
Aunque está bastante extendido en internet, es una información errónea por desconocimiento del funcionamiento de la industria editorial. Al igual que sucede con la distribución ampliada de Amazon, el 60% corresponde a la distribuidora y librería. Así que queda un 40% que, normalmente, se reparte un 10% al autor y un 30% a la editorial, y de este porcentaje tiene que recuperar todos los gastos de edición y promoción antes de ver beneficios, lo cual no es fácil porque la mayoría de los libros dan pérdidas.
De ahí que, desde hace unos años y cada vez más, en lo que autores noveles se refiere, parte de las editoriales opten por fichar casos de éxito por cuenta propia en plataformas como Amazon y similares, porque son valores más seguros al tener unos argumentos de venta sólidos, minimizando con ello el riesgo entre inversión y rentabilidad. Así lo señala también la agente literaria Sandra Bruna al final de este artículo:
No soy para nada experto, ni incluso menos, sobre temas editoriales, pero considero que la clave del asunto está precisamente ahí. A no ser que seas un autor consagrado, no creo que las editoriales sepan de la mayoría de nosotros cual es el potencial de ventas. Así que no deja de ser un riesgo.
Y a eso se añade que, con menos de tres obras por cuenta ajena, el respaldo institucional va a ser mucho menor (porque no todo son las ventas al público, sino también los ejemplares que compren bibliotecas, colegios, institutos, ayuntamientos, etc.). A veces, aunque el autor no sea muy relevante en audiencia, sí puede serlo a este otro nivel y también resulta muy rentable.
Pero, sin argumentos de ventas ni reconocimiento institucional, si aun encima la obra va a exigir una labor de corrección exhaustiva (lo que eleva muchísimo los costes), es casi imposible publicar por cuenta ajena, como comentaba en este otro hilo:
O en este otro:
¡Qué tema más interesante!
Tengo que limitarme a mi experiencia (y la de otros escritores que conozco). A nosotros SIEMPRE nos han cobrado por publicar. Y una millonada de dinero; es muy caro editar un libro. Muchas ni siquiera se toman en serio el trabajo de corrección y los libros salen con errores.
Es un problema que puede verse desde varios puntos de vista.
- Es un hecho que los escritores quieren publicar. Pero muchos aún no están listos, porque sus libros siguen inmaduros. Pero se apuran, porque quieren el supuesto prestigio que da el ser escritor sin haber recorrido el camino. Quieren los honores sin haber hecho el esfuerzo. Cuando la riqueza está, justamente, en el camino, en los aprendizajes que vamos recogiendo para ser cada vez mejores escritores.
- Hay un grupo de gente consagrada que pretende lo “perfecto”: ya sea académicamente “perfecto”, comercialmente “perfecto”… Por supuesto, si hablamos de literatura, de imaginación, de creación, muchas obras se salen por la tangente… No calzan dentro de los parámetros esperados. El arte es creación, no todo pasa por poner las cosas en moldes y sacarlas en serie. Entonces, muchos autores se quedaban fuera, no por malos, mediocres ni inmaduros, sino por no encajar dentro de lo que se les exigía.
- Las editoriales son empresas: como tales tienen gastos fijos, pagan impuestos, empleados… Y son cientos, miles… que necesitan el ingreso de dinero para soportar esa estructura.
Es muy básico y superficial el análisis que estoy haciendo; es solamente para tener una idea de la situación.
Combinando lo que detallé anteriormente llegamos a la situación actual: - Las editoriales necesitan un ingreso mensual, entonces aceptan cualquier libro, cobran por sus servicios, y que luego el autor se arregle con la distribución y la venta.
- Cualquier persona que tiene el dinero, puede publicar su libro. Caso contrario, podría ser un escritor excelente, que no tiene posibilidades económicas: antes hubiera muerto en el anonimato; ahora tiene otras posibilidades. Pero no compite en igualdad de condiciones con el que sí dispone del dinero.
- Las pocas editoriales que todavía quisieran dedicarse a los buenos autores, si empiezan a rechazar trabajo corren el riesgo de desaparecer, porque esos autores conseguirán otra editorial que sí los publicarán. Entonces (como me dijo una amiga editora) prefieren aceptar los libros, corregirlos, asegurarse de dejarlos lo mejor posible (algo que no todas hacen) y seguir funcionando.
Desconozco si hay alguna que funcione de otra manera. Incluso he buscado en editoriales extranjeras, pero todas le ponen un precio a su trabajo. ¿Alguien tuvo una experiencia distinta?
Las editoriales tradicionales funcionan a riesgo. No le cobran nada al autor y por norma general le pagan un 10% del PVP del libro. Es costumbre, también, adelantar pago de derechos de autor en la seguridad de que se vayan a producir buenas ventas.
Hay, también, empresas de servicios editoriales, alguna con esquemas interesantes, como la del grupo Pinguin Random House, que facilita le entrada de los libros autoeditados en el circuito de las editoriales tradicionales.