La clave es la constancia y evidentemente el marketing en todas sus facetas es esencial hoy en día. Porque ir a una feria es marketing, Amazon es marketing, las redes, las notas de prensa a los medios…
Hay que ser constante escribiendo y dando lo mejor de ti cada día, pero hay que ser igual de constante para promocionar tus libros. Al menos así lo veo yo como escrutora y comunicadora. Las dos caras de la moneda.
Tienes toda la razón, la realidad es muy cruda, la gente cada vez lee menos. Cuando voy a una superficie comercial y veo la estantería de los “best seller” observo horrorizado que está repleto de: libros de autoayuda, de cocina y las biografías u otros especímenes de famosillos. Conclusión para conseguir que te lean hay se necesitan tres cosas, dedicación, ser realistas y paciencia.
Totalmente de acuerdo,y más ahora en que encuentras trabas en todas partes
¿Qué se entiende por “éxito”? Cada uno lo interpretará de una manera.
En cuanto a mí, disfruto tanto de la escritura, que ya es un éxito en sí mismo. En la actualidad, me siento como un jubilado al que le pagan muy buen por escribir, cosa que haría hasta gratis. Vivo de la literatura y disfruto de la vida. Hay que encontrar cierto tipo de equilibrio.
Sin duda, detrás de cada libro, hay mucho trabajo. El éxito quizá consista en que te guste hacerlo y no suponga una obligación. La pasión que le pones a tu trabajo se refleja en su resultado. No entro en el tema de la promoción de tus libros, porque es un mundo en sí mismo.
Es mi humilde opinión.
Un saludo a todos.
Te animo a que entres en el tema, @VicenteRaga. Estoy seguro que muchos escritores estarán encantados de que cuentes qué herramientas promocionales te han funcionado mejor y cuáles otras no.
Hola @Cristian
Siempre es un placer chatear contigo.
Intentaré resumir mi experiencia después de que pasen estos días frenéticos. Justo hoy he lanzado mi decimocuarta novela, “Las puertas del cielo”, y debo estar atento. De momento, ya está número 1 en ventas en España y en USA en novedades de Thrillers y Misterio históricos.
Intentaré daos mi humilde opinión al respecto, después de cuatro años batallando con el tema de la promoción internacional de mis libros.
Un abrazo @Cristian y demás compañeros.
Hace poco, he visto un vídeo que resume muy bien lo que comentábamos al principio sobre las diez mil horas. Lo comparto:
La escritura no debería tener un coste económico, debería ser libre. El arte en cualquiera de sus formas trasciende el límite de lo material. En el momento en el que necesitas vender, tu energía se adultera. No hay mayor recompensa que mostrar al mundo la belleza de tus creaciones.
Disiento, con todo el respeto.
Todavía no he aprendido a hacer la fotosíntesis y necesito comer con cierta regularidad.
Y es el mismo argumento que usan las webs y mucha gente para distribuir libros pirateados.
En fin.
Ahora, totalmente de acuerdo con la frase: “En el momento en el que necesitas vender, tu energía se adultera”.
Muy cierto, la necesidad te impulsa a apresurarte y a hacer tonterías.
Un saludo.
Claro. El que tengas un trabajo remunerado (nos tenemos que ceñir a las reglas del sistema para subsistir) no le arrebata vocación ni libertad a lo que haces… Otra cosa es que por las razones que sean el capital sea el eje del trabajo de uno. Son cosas distintas. Creo @Pepe_Yfro que entiendo lo que quieres decir, en el sentido de que la razón tuya de escribir no es “vender”… la mía tampoco lo es en primera instancia, pero claro… yo trabajo cuidando personas, por ejemplo; soy enfermera, es decir, a mí me pagan por mi trabajo y eso no desvirtúa la vocación. Simplemente el sistema que tenemos funciona así; hoy por hoy tenemos que pagar facturas y comer y mil y una leches. Pero aún así pues yo no soy enfermera “porque cobro” ni escribo “por vender”. Porque si la razón primordial fuera el dinero, para eso me serviría cualquier trabajo. No sé si me estoy explicando.
¿Eso significa que no puedes vivir de tu arte? ¿Estamos obligados a tener un trabajo y luego hacer arte? Se me antoja un nivel de exigencia alto. Más alto que intentar vivir de tu arte si puedes, la verdad. ¿Y si alguien decide ganarse la vida escribiendo libros (o pintando cuadros o cantando o bailando)? ¿Deja de ser arte? Evidentemente es una cuestión semántica, pero ¿un trabajo no puede ser arte… o el arte no puede ser trabajo?
Tal vez parezca un chiste pero si lo analizas bien: el arte es cagarte de frío.
Al menos para la mayoría. Luego hay unos cuantos privilegiados que se hacen ricos y otros tantos que pueden vivir de ello.
Sinceramente, decir a la gente qué tiene que hacer me parece la peor de las opciones para que estén de acuerdo contigo.
Gracias por tus palabras, soy nueva por aquí y me estoy nutriendo mucho leyendo cada publicación.
Cuando sea “grande” quiero ser como ustedes
Ja, ja, ja.
Pero sí, si esperas el éxito instantáneo se te va a congelar el cola cao.
Esto es, más que nunca, una carrera de fondo. Y yo me guardo mucho de decirle a nadie qué debe de hacer con su trabajo.
Sí, pero el señor Pepe no entiende ese concepto.
Eso de llegar y decirle a un atajo de escritores (que evidentemente no valora) que nuestro trabajo deberíamos ponerlo gratis…
Sinceramente, me llama la atención que se pasee por aquí dando un sermón de ese calibre.
Personalmente me maravilla ver como el frutero junto a mi casa se levanta a las 5 de la mañana para ir, supongo que a MercaMadrid para escoger la fruta más adecuada para su frutería. Luego desde mi ventana, veo como la organiza en cajas de madera y limpia cada pieza para darle un aspecto pulcro y brillante. ¡Es un gran profesional!.
Por eso cuando quiero una manzana que él ha colocado en una preciosa cesta con mucho cariño, le correspondo comprándosela a él y pagando el precio que me pide.
Porque valoro su trabajo.
Tal vez tú puedas valorar, con un sentido artístico elevado y una sensibilidad superior a la de la media, lo esmerado que es tu frutero y los cadentes giros de muñeca con los que florea el trapo mientras limpia una manzana. Es encomiable.
Ahora bien; lo que la mayoría de la gente quiere es comer fruta y cuanto más barata, mejor. Y ya si encima les dices que en el mismo establecimiento donde compran las manzanas también pueden comprar pollo, yogures y detergente, ahorrándose con ello un tiempo considerable, pues mejor que mejor.
Por eso la mayoría van al Mercadona.
Hola Cristian, muy interesante y cierto lo que comentas, especialmente eso de “escribir el mejor libro que puedas”.
He visto tu perfil, tu web y te he enviado una solicitud de amistad en facebook.
Y he visto un libro tuyo “El manuscrito perdido de El Principito” que me ha llamado la atención por el título y me ha venido una pregunta al hilo2 de este tema de vender o vender muchos libros: ¿Si yo hubiera escrito y publicado ahora “El Principito, de Saint-Exupéry” realmente vendería muchos libros?
Fíjate que hablo de uno de los libros más vendidos en toda la historia y un escritor hiper novato absolutamente desconocido. ¿Qué opinas?
Perdona que me meta.
Yo opino que cada novela tiene su tiempo y su lugar para triunfar. Ahora El Principito no se vendería tan bien porque ya hay precedentes y si no los habrían inventado (Se llamaría El Principote, La Princesita o El niño con el pijama de rayas).
Si te fijas bien los libros más vendidos y que más han dado el petardazo en los últimos cincuenta años son libros para los que no había precedentes en cuanto a temática, composición, intencionalidad, etc.
Lo que vende es lo disruptivo… lo malo es que las editoriales no arriesgan con lo disruptivo y, por tanto, un escritor de esas características tendrá que pelear mucho para conseguir publicar.
“El Principote”
Hoy en “pequeñas joyas de la literatura universal”