El secreto para vender muchos libros

Muchos de nosotros queremos “vender muchos libros”. Me incluyo. No solo lo queremos, sino que para poder vivir de esto, tenemos que vender muchos libros. No queda otra. Cientos de libros por mes para pagar el alquiler. Otro tanto para las facturas. ¿Salir a un restaurante? Diez o veinte libritos, y así el número sube y sube.

Cuando yo no vendía “muchos” libros (lo pongo entre comillas porque comparado con los verdaderos bestsellers soy un pelagatos), de vez en cuando le escribía a otros autores para preguntarles sobre algo específico o pedirles un consejo. Muchos me contestaban (sobre todo, los autopublicados. Los de editorial, en su gran mayoría, estaban muy ocupados en un pedestal inalcanzable para los mortales).

Por eso ahora, cuando alguien me escribe para preguntarme sobre esto de juntar palabras y venderlas, intento ayudarlo. Por eso creé esta comunidad, para que nos ayudemos entre todos.

Pero de vez en cuando me llega un correo como el que recibí hoy, que dice más o menos así:

¿Cuál es el secreto para vender muchos libros? ¿Cómo puedo hacer para tener éxito?

Cuando leo algo de este estilo, sonrío. Ojo, no me estoy riendo de la persona que hace la pregunta, sino de la imposibilidad de contestársela.

En realidad, sonrío por dos motivos: el primero es que me causa gracia que alguien me considere exitoso. Insisto, soy un pelagatos. Pero entiendo que el éxito es relativo. Si hago un ejercicio de memoria, entiendo que cinco años atrás yo hubiera dado lo que fuera por tener los lectores que tengo hoy.

El segundo es que la pregunta tiene un toque de ingenuidad. No hay secreto. Insisto: no hay secreto. Lo digo una vez más: no hay secreto.

Lo que hay es trabajo. Mucho trabajo, sobre todo del que no se ve. Llevo once años escribiendo historias, publicándolas, cambiando portadas, haciendo anuncios, revisando, escribiendo más, diciéndole que sí a todas las entrevistas que me proponen, respondiendo a cada uno de los correos que me escriben los lectores probando y abandonando redes sociales, generando relacions genuinas y en muchos casos de amistad con otros escritores en la misma situación que yo, que lo que quieren es contar una historia y que otro la lea.

No hay secreto, querido escritor que me escribís por email. Ojalá lo hubiera. Tampoco hay garantías. Hay una parte de todo esto que es suerte pura. Pero hay otra parte que sí podemos controlar, y tenemos que enfocarnos en esa parte. Ah, ¿y lo más importante de todo? Que no hay nada que vaya a ayudar más a tu carrera como escritor que escribir el mejor libro que puedas, dejando todo en el papel. Lo demás (márketing, lista de correo, etc.) es importante, pero secundario.

¡Abrazo y feliz escritura!

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Completamente de acuerdo.

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Lo comparto, y no solo por ser de la misma opinión, sino también por estudios que se han hecho. Menciono uno que seguro os resultará interesante:

«El sicólogo Anders Ericsson es conocido por su teoría de las diez mil horas. Estudió a personas fuera de serie y descubrió que detrás de su éxito había un compromiso total. Ericsson afirma que un genio o experto dedica diez mil horas a lo que desea para poder lograr su sueño».

Luego, sobre el tema de responder correos, en mi caso, depende. No somos eternos, con lo que el tiempo se nos va y, si contestamos a todo lo que nos llega, podemos actuar como incautos, según las tesis de Cipolla en su Teoría de la estupidez. Pienso que se debe filtrar con inteligencia:

cipola

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Hola. Sí, estoy de acuerdo, Cristian. Pero creo que la pregunta, muy genérica en su enunciado, va sobre qué hace que un libro fantástico (ese que dices que es lo mejor que alguien puede escribir) tenga el premio que se merece (en el sentido de las ventas). Hay una alineación de lo incontrolable que, a veces, se da y es difícil saber si es por la portada, la contra, el título, el eslogan, las palabras claves, el anuncio, la foto, el momento o la suerte. Y otro mucho más difícil que se dé en nuestro caso (los indies): el respaldo. Está claro que cuantas más de estas características se agreguen, o añadan, mayor garantía de lograr el objetivo. En conclusión, y tal vez lo más desmotivante, es que hay que hacerlo todo genial… Aunque tienes razón en que la parte más importante es tener un buen producto. Al menos, es lo que más satisface :wink:

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Muchísimas gracias por tu pedazo de explicación, me estás motivando mucho a seguir luchando. Creo que la constancia es el verdadero secreto del escritor. El que abandona es el que perece ante la tormenta.

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Estoy de acuerdo, no hay una fórmula que asegure la venta de libros. Y yo me pregunto si no queda otra que: ser booktuber, tener página web dedicada a los libros, instagram también, facebook, y dedicarse al marketing, al seo, etc. para poder vender libros (yo hago un poco de todo eso) pero aunque me gusta hacerlo, quisiera dedicarle más tiempo para escribir y menos al marketing.

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Hagas lo que hagas, @Lis, escribe. Por cuenta ajena, la amplia mayoría de los que viven de esto, tienen cincuenta o más obras publicadas, tal como refleja El libro blanco del escritor.

Por cuenta propia, ignoro la estadística porque, que yo sepa, no la hay; sin embargo, aunque siempre existen excepciones, leyendo lo que en este foro dicen unos y otros, parece que la mayoría también está de acuerdo en que cuanto mayor sea producción, mayores son las ganancias. Tiene sentido; está en concordancia con el estudio que comentaba más arriba de las diez mil horas.

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No sólo por lo de las diez mil horas (que también) sino porque cada libro es un nuevo anzuelo que tiramos en este océano vastísimo. Y mientras más anzuelos, más posibilidades de pescar algo :slight_smile:

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Esta entrada se me había pasado de largo. Qué grande, Cristian. Gracias por compartir la experiencia.
Me reí mucho con lo de pelagatos (Argentina).
Grandísimo esfuerzo requiere destacar y mantenerse vigente, como se señala. Y eso de probar portadas, hacer anuncios, borrar o crear perfiles en redes sociales… Todo me suena muy familiar. ¡Y qué fracaso acuso! :man_facepalming:
La otra vez leí una entrada en la que Blanca Miosi decía que ella contesta los correos de sus lectores, uno a uno, con la debida paciencia y dedicación. Esto sí que me sorprendió. Decenas de correos por día, tal vez. ¡Mi admiración, Blanca!
Supongo que no hay receta para el éxito. Coincido. Habrá que conformarse con cumplir ciertos parámetros (buena portada, corrección, publicidad, etc), y luego esperar a que la dicha llegue a nuestra vida. ¡Dedicarse plenamente a escribir! Sí que suena fabuloso.
¡Saludos!

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Al igual que @BlancaMiosi, yo también contesto todos los correos de los lectores. Es lo menos que puedo hacer. Sin ellos…

Supongo que habrá escritores que reciben tal volumen de correos que si tuvieran que contestar a todos no tendrían tiempo para nada más. Por suerte o por desgracia, yo estoy muy lejos de eso todavía, así que sigo contestando :slight_smile:

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Yo también sigo contestando… lo que veo imposible, que creo que dijo @BlancaMiosi, es ponerle un correo a cada uno. Para eso uso la lista de correo y, cuando me contestan a ese o se ponen en contacto conmigo por otra cosa, me aseguro de responder individualmente.

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No son docenas de correos por día, marcima, cuanto más 3 o algunos días 4 correos, creo que no contestarlos sería una descortesía. Lo que sí me toma más tiempo es participarles cuando lanzo una nueva novela. Pero si quiero vender muchos libros es lo menos que puedo hacer. Y no me quejo: mis libros están en muy buenos lugares en Amazon USA.
La única receta para el éxito (relativo) que conozco es escribir buenos libros. No hay otra.

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Aparte de ser lo que quedará de nosotros cuando ya no estemos. Todo lo demás es efímero. :slight_smile:

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Villarpinto, de nosotros no quedará nuestro ser. El ser humano y su vida es efímera. Una vez muertos nos olvidarán a menos de que escribas una obra maravillosa, y eso solo lo logran muy pocos, entre los cuales no me cuento, desafortunadamente.

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Eso no lo decidimos nosotros, @BlancaMiosi, ja, ja, ja. Ni tampoco creo que ningún autor, vivo o ido, lo supiera en vida porque la historia es muy cambiante y difícil acertar con lo que perdurará o no. Pero sí es cierto que la motivación debe ser dar lo mejor de nosotros mismos en cada obra que escribamos, al menos, para sentirnos satisfechos con nuestro trabajo. Lo que venga después, corresponde a otros determinarlo. :slight_smile:

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Gracias, un abrazo, sí que es difícil darse a conocer. Tengo publicadas cuatro novelas y se venden bien poco.

Pienso igual que Blanca: muy pocos seguirán presentes luego de partir. No me cuento entre ellos, desde luego. Pero vale por supuesto seguir escribiendo y tentando al porvenir. Me siento tontamente esperanzado cuando considero que escritores que hoy son admirados en su tiempo fueron desdeñados o directamente ignorados. ¡Quién sabe! En setenta años o algo más tal vez alguien nos nombre. :laughing:
¡Saludos!

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Ayer, conversando con Xavier Alcalá (@LH1947), surgieron dos nombres que causan impresión:

  • Corín Tellado: escribió en torno a 5000 novelas y vendió más de cuatrocientos millones de ejemplares. Es la escritora española más leída después de Miguel de Cervantes.

  • Marcial Lafuente Estefanía: dos mil seiscientas novelas.

No los conocía… Ni tampoco se habla mucho de ellos… Y, sin embargo, alcanzar esas cifras está al alcance de muy pocos… :slight_smile:

Llamativo me parece también el consejo que Enrique Jardiel Poncela le dio al segundo: «Escribe para que la gente se divierta, es la única forma de ganar dinero con esto».

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Años de que me publiquen libros (ya 49) me demostraron que la calidad es lo que manda, no la cantidad. El acierto en el ejercicio literario está en la “economía de páginas” (el equilibrio entre lo imprescindible -los datos- y lo superflou -metadatos- que adorna el texto). Lo que importa es sugerir con la palabra, llegar hondo a la mente del lector, hacerlo partícipe del relato: que se vea en los lugares, entre los personajes, testigo de la historia. Ni Tellado ni Lafuente Estefanía pasaron a la Historia de la Literatura porque no dejan marcado al lector. Compárense sus historietas -por ejemplo rápido- con “La Regenta” de Clarín o “Los Pazos de Ulloa” de la Pardo-Bazán… En fin: como siempre, un placer conversar con Miguel Ángel y compartir conocimiento en este foro. Que triunfe la calidad. Que se entere el mundo de que la autoedición gratuita no es sinónimo de “tellados” ni “estefanías”.

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Yo me quedo con una conclusión, por lo tratado en este hilo y en el de si importa la calidad literaria: para conseguir resultados, en la mayoría de los casos, hay que trabajar mucho y durante bastante tiempo. :slight_smile: