Buenos días a todos, soy nuevo por acá. Fernando A. González, recién publico mi libro Imperio Felino y estoy buscando opciones para publicitarlo.
En esa busqueda encontré ebrolis, pero estoy curioso si es rentable y eficiente, veo que tienen paquete para promoción por RRSS pero su propio perfil de Instagram tiene menos de 2000 seguidores.
La pregunta entonces es: Vale la pena publicitar con ebrolis?
Y aprovechando esta comunidad de escritores para pedir consejos: Qué tecnicas les ha funcionado para promocionarse?
Así como tú eres nuevo, procura que lleguen más nuevos.
El mejor procedimiento para promocionar tu libro es que Putin o Trump lo levanten en su mano mientras pronuncian un discurso televisado. Cualquier otra acción promocional debe tender a eso.
Se me ocurren tantas respuestas que mejor guardaré silencio.
Pero hace tiempo que me ronda una pregunta. Ustedes (lectores, escritores, lectoescritores), ¿què opinan de la publicidad en general?
Cuando están percibiendo algo interesante a través de cualquier canal sensorial, y de pronto la placentera experiencia se ve interrumpida por un anuncio, ¿qué sienten?
Un anuncio (de cualquier producto) abiertamente diseñado para hacer desear, para manipular, creado desde el conmovedor desparpajo de cuatro lumbreras que suponían poseer las mejores habilidades en una galaxia muy lejana, ¿les provoca odio hacia el mencionado producto o ganas de correr a comprarlo?
¿Alguna vez se han sentido tratados como borregos cuando alguien se jacta de que enganchará a las masas? ¿Les produce risa esto? ¿Ardor de estómago? ¿Hemorroides de las que se sufren en silencio, tal vez?
¿Se sienten dentro de algún tipo de conjunto vacío cuando alguien trata de venderles algo? ¿Hoy en día qué se lleva, qué gusta, qué vende? Vendo kleenex usados en la boca de metro y palanganas para vomitar, porno-venta euros.
En fin, ya dije demasiado.
¿Qué tal, Fernando? De eso ya hablamos por aquí: Resultados tras una promoción con Ebrolis y estrategias para aprovecharla
conciso y certero como una flecha
Hola
En efecto, el anuncio invasivo y corta mambo solo me produce rechazo hacia el producto o servicio en cuestión. Poneme un anuncio donde lo vea pero que no estorbe y probablemente le de un click así sea por solidaridad (o por curiosidad si el producto me llama la atención). Soy premium en Youtube (que creo que Google pone esos anuncios de “omitir en…” solo para rejuntar users premium, en cuyo caso le salió bien conmigo) pero cuando no lo era, mis sentidos estaban más en el cartel de “podrás omitir este anuncio en…” que en lo que fuera que me estuvieran vendiendo.
En líneas generales y como consumidora, creo que una campaña invasiva produce el efecto contrario al deseado. Te conocerán, sí, pero la mayoría no querrá comprarte por asociarte a una molestia. Salvo que sea una publicidad realmente ganchera, de esas que quedan en la historia por su originalidad.
Hola!!
Me hiciste recordar un anuncio que Sí me gustó… pero era más bien una historia que podía haber sido un corto…
Y creo que al final lo censuraron, porque se basaba en una alegoría cuya interpretación llevaba a ambigüedades y algunas personas lo catalogaron de ofensivo… cosa que puedo entender, aunque es verdad que a mí, la primera vez que lo vi, no me entró por mal lado. Voy a ver si puedo rescatarlo de algún lugar y subirlo…
Mal punto que no me acuerdo de qué cosa anunciaba
Lo encontré:
¿Ves? Ese tipo de comerciales te dan ganas de volver a verlos (lo vi y a mí no me cayó mal tampoco). Pero pasan una vez cada muerte de obispo. La última que me hizo gracia fue la del Hitazo del Verano de CTI (ni era Claro todavía).
Acá en Argentina había un programa cuando yo era chica que rescataba las mejores publicidades, las más memorables y creativas, se llamaba El Show Creativo y por lo que vi cumplió 40 años este 2024.