En estos días he estado escribiendo, no lo que venía haciendo (estoy algo complicada porque quiero darle la vuelta y no quiero que se vaya demasiado directo al asesino), he empezado algo nuevo, una novela corta cuya propuesta ví esta semana. Y les cuento como me ha ido. El primer día delineè la trama, la escribí, detallé las escenas, los personajes y hasta armé los capítulos. Luego me propuse una serie de palabras para escribir por día para terminar en un tiempo acotado y poder pasar a la revisión. La escritura de las escenas (delineadas) al ser en un texto relativamente corto,me ha ayudado mucho en los días siguientes en que he logrado escribir hasta unas cinco mil palabras diarias, teniendo que dejar por cansancio físico. Al margen, continúo con mi diario de escritura, que me permite conocerme con mis ritmos como escritora, incluso en algunas oportunidades llegando a registrar horas. Me he encontrado con que si dejo una idea inconclusa (como me pasó el jueves) por cansancio físico (me dolìa la espalda), me acosté todavía concentrada con la novela con la esperanza de que al otro día pudiese continuar. ¿Qué pasó? Me levanté temprano, un poco más de lo habitual, para terminar de cerrar …y me dormía. Lo he registrado. No es solo al que madruga Dios lo ayuda, sino No por mucho madrugar se amanece más temprano (ambos dichos de mis tierras). En fin, volviendo a mi proceso de escritura, llevar el diario me ha resultado útil para conocer mis momentos más propicios y los menos (incluso levantarme temprano, o quedarme hasta más tarde).
En todo caso, la cuenta de las palabras (tema de este hilo), depende de como te tomas la escritura. Puedes hacerlo con calma, para sacar ese gusto que tienes dentro, por lo que puede no ser demasiado importante la cantidad que escribas, o para obtener algùn beneficio (en ese caso debes ser más organizado para lograr los objetivos que te propongas). Todo va en como te posicionas frente a la escritura.