Este tema es totalmente nuevo, he independiente del anterior, que fue Conspiraciones Internacionales.
La primera parte, se refiere básicamente al momento que te aproximas a terminar tu novela. Aquí se dan a mi criterio dos momentos: a) ¿Cual es el punto exacto donde consideras que has terminado tu novela? muchas veces, creemos que hemos puesto punto y final a nuestro manuscrito, luego pensamos o nos damos cuenta que hizo falta algo, quizás un tema que consideramos importante y que no puede faltar en dicha obra para enlazar bien el final de la misma. Entonces nos vemos obligados a abrir nuevamente lo que ya habíamos considerado terminado, y a continuar hasta dejar finiquitado todo; b) El momento final, el verdadero momento de cierre. El punto y final. Una vez que has colocado ese punto y final, te sientes satisfecho, realizado, pleno, pero luego tienes que saber que viene el momento de la revisión y te preguntas cuándo terminaré, como iniciaré, cuando sabre que es suficiente. En realidad no existe una respuesta única, terminas de revisar cuando consideras que ya no hay más que mejorar, que cambiar, que quitar o que poner. que puede ser en la primera hasta la novena o más veces que hayas revisado tu texto.
Les ha pasado, espero sus comentarios. Saludos. Bendiciones.
Alguna vez escuché que una novela no se termina sino que se abandona.
Sí, hay que saber cuándo parar.
Recuerdo haber leído acerca de un autor que murió sin publicar su obra porque nunca dejó de corregirla, algo que hizo durante décadas. Fue un caso muy sonado porque escritores de renombre habían tenido acceso al borrador para darle su opinión y había sido muy positiva. Los medios de comunicación lo divulgaron como un extremo de perfeccionismo frente a la autocomplacencia en textos sin revisión alguna.
Ni tanto ni tan poco.
Lo comparto totalmente. Pero sin llevarlo al extremo porque sino, no acabaríamos nunca: todo escritor tiene su evolución; no se puede pretender que la primera obra sea de un nivel semejante al de después de decenas. Es duro cuando lees en retrospectiva, supongo que nos pasa a todos. Es normal:
Totalmente de acuerdo. Si fuera por el escritor, no terminarías de revisarla nunca.
Como escritores, siempre encontraremos cosas en las novelas que nos hacen sonrojar, aunque sean mínimas o “aceptables”.
La frase se escucha bonita pero yo en lo personal no lo creo, cuando uno abandona una obra es porque ya no encontró el camino a seguir, o el tema te desmotivo, ya no encontraste sabor a lo que estás escribiendo a mi eso ya me ha pasado con un par de temas que he intentado echar andar y luego me he desmotivado, o ya no le he encontrado el camino a lo que inicie. En ese caso en lo personal no he avanzado ni dos capítulos, sino me he quedado en el inicio del primero o del segundo capítulo. Pero cuando uno trabaja con motivación sobre un tema entonces la escritura fluye, y logra llegar el día en que das por terminada tu obra. la revisas y te das por satisfecho, de lo que has logrado.
@j1636 yo creo que no es ese el sentido de la frase de @Cristian. Se refiere a ese mal que sufrimos muchos escritores de no dar por terminada nunca un manuscrito, en esa búsqueda idílica de la perfección. Esto tiene un grave peligro, ya que nos puede llevar a no dejar que salga nunca a la luz, que es su razón de ser.
De ahí viene el comentario sobre abandonarla. No para no continuarla, sino para aceptarla como es y publicarla de una vez por todas.
Sí, en ese sentido comentaba yo también.
Es bello el sentido de la palabra abandonarla, como lo exponen, en realidad yo no lo he comprendido así, porque a mi en lo personal no me ha pasado. Yo siento algo en mi interior que me dice que hasta ese punto y final esta bien, que ya no hay más que agregar. Inclusive cuando reviso una y otra vez mi trabajo, ya no cambio ese final agregando o quitando otro capítulo. Pero la experiencia no es la misma para todos.
Como ya han dicho por ahí, nunca se corrige suficiente.
Yo alterno correcciones rápidas, para detectar fallos en la trama, con correcciones lentas, para ver fallos gramaticales y sintácticos (palabras repetidas, anacolutos…).
De vez en cuando, conviene dejar enfriar la obra y retomar el trabajo al cabo de unos días.
Saludos.
Estoy de acuerdo con eso de dejar enfriar la obra, @jcgarrido Hay que tomar distancia unos días para retomarla con ojos nuevos y de lector, no de autor.
Yo, por defecto profesional, intento no dejar nada al azar de mis ojos y utilizo herramientas para encontrar palabras repetidas o que tengan la misna raíz. Me quedo más tranquilo si lo hago de esa manera y así no se escapa casi nada. También así detecto vicios y puedo corregirlos. Luego dejo pasar unos días y vuelvo a revisar y a quitar y a añadir hasta que lo doy por terminado, pero por abandono como ya han dicho por aquí…
¡Qué tema más interesante! No tengo una única respuesta, porque pasé por varias etapas…
Sí hay un momento en el que se pone un punto final. En mi caso me llevó muchos años, porque empecé a escribir de muy joven. A los 12 años escribí mi primera novela, y me lo tomaba con tanta seriedad como ahora. Pero siendo tan pequeña me faltaba madurar no sólo como escritora, sino también como persona: era una niña escribiendo historias para adultos, cuando yo misma no tenía la menor idea de lo que significaba ser adulta, cuáles eran sus preocupaciones, sus vidas…
Pasaron 20 años (y varias novelas más) entre que escribí esa primera novela y la publiqué. ¡Por supuesto que no publiqué lo que escribí a los 12 años! Esa novela tuvo tres correcciones importantes y la guía de dos escritores que me ayudaron en el proceso.
Con respecto a ese punto final tengo varias cosas para decir. La primera, que cada vez que la corregía ponía lo mejor de mí (corregir en estos casos era prácticamente escribirla por entero de nuevo); poner lo mejor de uno mismo no es suficiente, pero en estos casos, yo veía que había quedado mejor que lo último que había escrito antes de ella, y eso me daba una gran satisfacción. Pero de inmediato ocurría que la historia que escribía a continuación quedaba mejor que ésta, entonces aprovechaba que seguía inédita para volver a corregirla… Se hacía así un círculo del infierno que no tenía fin…
La última vez que puse el punto final tuve dudas. Ya no habría marcha atrás, porque la intención era publicarla. Y temía que al cabo de unos años, luego de haber seguido escribiendo otras, viera lo mal que había quedado ésta. De todas formas, la publiqué (tenía el aval de mis correctores, eso me transmitía cierta seguridad).
Por supuesto, seguí escribiendo. Mucho tiempo no quise tocar esta novela, por temor a que no me gustara lo que vería, pero cuando finalmente lo hice, la impresión que me embargó fue otra. Fue la de “¡Qué bárbaro! Sigue estando bien, a pesar del tiempo que ha pasado.” Y más que mis propias impresiones (que no cuentan, es muy difícil ser objetivo con uno mismo) lo que tomo en cuenta son las devoluciones de los lectores.
Escrito tengo mucho, pero editadas solamente tres novelas. La tercera está escrita en cinco partes (justamente en estos días estoy terminando de escribir la quinta y última parte). Lo que noto es que ni siquiera puedo hacer una comparación entre las tres, porque son totalmente diferentes entre sí (quitando cuestiones de estilo y algunos detalles que permiten reconocer que las escribí yo). Por el grado de complejidad de cada una podría deducirse cuál se escribió primero y cuál después, pero eso no tiene que ver con que estén bien o mal escritas, o inmaduras (creo que esa es la palabra para lo que estoy queriendo graficar). Cada una cierra en sí misma y tiene sentido en sí misma y se sostiene con el paso del tiempo.
Eso puedo decir de las dos primeras hasta el día de hoy; en unos años veré si sigo pensando de igual manera y qué opinión me merece la tercera.
En mi caso utilizo un sistema para corregir el borrador de una novela en ocho pasos. Sí, son ocho borradores (¡que nadie se asuste!) los cuales incluyen la ortografía y estilo, claro, pero también la colaboración de otros compañeros de escritura.
Realmente son cinco tandas de trabajo (entre las que se incluye la propia escritura de la novela). Cada una centrada en un punto concreto (diálogo, narración, trama…) para seguir un itinerario de publicación. De este modo sabrás cuándo has terminado, al llegar al último punto.
¡Nos vemos!
Es muy interesante tu comentario, y tu blog, leí con avidez el tema de como corregir el borrador de una novela en tu blog, el cual es muy completo. trataré de poner en práctica esos pasos.
Mil gracias por tu valiosa contribución.
¿Qué hacemos después de la autocorrección? existe un blog, ¿quién te da una opinión externa de tu novela? ¿Cómo saber, qué esta bien y que esta mal en tu novela, si no escuchas una opinión externa?
¡Me guardo el enlace! ¡que interesante! lo utilizaré segurísimo.
¡Gracias por la aportación!