El secreto para vender muchos libros

Eso no lo decidimos nosotros, @BlancaMiosi, ja, ja, ja. Ni tampoco creo que ningún autor, vivo o ido, lo supiera en vida porque la historia es muy cambiante y difícil acertar con lo que perdurará o no. Pero sí es cierto que la motivación debe ser dar lo mejor de nosotros mismos en cada obra que escribamos, al menos, para sentirnos satisfechos con nuestro trabajo. Lo que venga después, corresponde a otros determinarlo. :slight_smile:

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Gracias, un abrazo, sí que es difícil darse a conocer. Tengo publicadas cuatro novelas y se venden bien poco.

Pienso igual que Blanca: muy pocos seguirán presentes luego de partir. No me cuento entre ellos, desde luego. Pero vale por supuesto seguir escribiendo y tentando al porvenir. Me siento tontamente esperanzado cuando considero que escritores que hoy son admirados en su tiempo fueron desdeñados o directamente ignorados. ¡Quién sabe! En setenta años o algo más tal vez alguien nos nombre. :laughing:
¡Saludos!

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Ayer, conversando con Xavier Alcalá (@LH1947), surgieron dos nombres que causan impresión:

  • Corín Tellado: escribió en torno a 5000 novelas y vendió más de cuatrocientos millones de ejemplares. Es la escritora española más leída después de Miguel de Cervantes.

  • Marcial Lafuente Estefanía: dos mil seiscientas novelas.

No los conocía… Ni tampoco se habla mucho de ellos… Y, sin embargo, alcanzar esas cifras está al alcance de muy pocos… :slight_smile:

Llamativo me parece también el consejo que Enrique Jardiel Poncela le dio al segundo: «Escribe para que la gente se divierta, es la única forma de ganar dinero con esto».

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Años de que me publiquen libros (ya 49) me demostraron que la calidad es lo que manda, no la cantidad. El acierto en el ejercicio literario está en la “economía de páginas” (el equilibrio entre lo imprescindible -los datos- y lo superflou -metadatos- que adorna el texto). Lo que importa es sugerir con la palabra, llegar hondo a la mente del lector, hacerlo partícipe del relato: que se vea en los lugares, entre los personajes, testigo de la historia. Ni Tellado ni Lafuente Estefanía pasaron a la Historia de la Literatura porque no dejan marcado al lector. Compárense sus historietas -por ejemplo rápido- con “La Regenta” de Clarín o “Los Pazos de Ulloa” de la Pardo-Bazán… En fin: como siempre, un placer conversar con Miguel Ángel y compartir conocimiento en este foro. Que triunfe la calidad. Que se entere el mundo de que la autoedición gratuita no es sinónimo de “tellados” ni “estefanías”.

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Yo me quedo con una conclusión, por lo tratado en este hilo y en el de si importa la calidad literaria: para conseguir resultados, en la mayoría de los casos, hay que trabajar mucho y durante bastante tiempo. :slight_smile:

Hay mucha gente en la Historia de la Literatura que se ganó la vida escribiendo de manera profesional, sin otra ocupación; y hay un ejemplo entre los profesionales de la Literatura que me enseñó algo fundamental: Eduardo Blanco Amor, famoso por “La parranda” (“A esmorga” en original gallego), “La catedral y el niño”, “Chile a la vista”… me insistía en que “el autor no se mide por el número de folios que publicó sino por el de los que tiró a la papelera”. Se murió escribiendo con una máquina Remington. Nosotros hoy no tenemos que tirar papel, pero sí tenemos que hacer versiones. No sé cómo se arreglarían Corín Tellado y Marcial Lafuente Estefanía, pero respondo por mí: tengo unos 30 títulos en el ISBN y de mi última novela entregué para editar el séptimo original corregido.

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Item más: una de las ventajas de publicar con KDP es que la edición es abierta: el texto se puede corregir continuamente, a cada insinuación crítica que recibamos de los lectores (que son nuestros verdaderos interlocutores.

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Volvemos a lo mismo de siempre: la literatura es un maratón, no un esprín. Las cosas llevan su tiempo… Es así…

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Comparto la opinión, y con @villarpinto ya hablamos acerca de la calidad literaria otras veces. Los libros románticos de Corín Tellado (cuando yo era niño) se vendían o conseguían de segunda mano en toda clase de escaparates. Creo recordar que incluso los vendían a modo de suplemento con periódicos. Un número de novelas asombroso, sin ninguna duda. Pero ser prolífico no asegura nada, como bien señalas en tu mensaje. Adhiero a la idea de economía general (solo en literatura :grin:). Gente que marcó huella no necesariamente fue prolífica. Hay cientos de ejemplos. Aunque también existen los Victor Hugo, que escribieron un montón y son maestros. ¡Elegidos!
En fin, habrá que seguir escribiendo y tratando de ser digno. Y también borrar.
¿Ustedes son de borrar o eliminar mucho? Cuando escribía en papel quemaba a lo loco; ahora borro. Una novela de 400 páginas queda en 300 o 250 luego de que elimino y elimino… En las primeras novelas sentía cierto pesar al borrar durante las correcciones; ahora soy bastante despiadado.
¡Saludos, @LH1947! Y a la comunidad toda.

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Yo también suelo hacerlo, sobre todo cuando tiro de inspiración en vez de planificación. Aunque a veces, con suerte, apenas tengo que tocar nada. Depende de múltiples factores: la temática y público objetivo, el tiempo del que disponga (cuanto más, mejor escribo; cuanto menos, peor y más hay que desechar), lo relajada o complicada que tenga la vida (el estado de ánimo también influye mucho) y otras vicisitudes propias de habitar en este mundo… :slight_smile:

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Hola! Christian. Gracias por esta publicación. Es cierto todo lo que dices. Sin embargo, siempre habrá personas, como tú, en el camino pueden inspirar, aconsejar, colaborar para dar ese “empujón”. Entiendo. Trabajo, perseverancia, compromiso, firmeza, constancia.

Perdón por tardar casi un mes en responder pero ando (como diría un tipo impresentable y premio Nobel incomprensible llamado Cela) con varias carpetas abiertas, y no solo de novelas… Estoy de acuerdo contigo en todo: hay que combinar la cantidad con la calidad. Lo que pasa es que también hay que emocionar. A veces odio una novela de juventud (que escribí con veinticinco años) que lleva decenas de miles de ejemplares vendidos, porque los lectores se identifican con ella… La odio porque considero que escribí novelas de madurez muchi mejores (como dicen críticos y académicos). Lo trágico de la existencia humana es que hay que acertar en cualquier actividad. ¿Y cómo se acierta? Acertando.

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Qué gran noticia es saber que en Ebrolis tenemos un escritor tan experimentado. Espero que nos vaya contando sus experiencias. Ojalá que todos podamos tener una carrera tan llena de logros y satisfacciones. ¿Llegaremos a hablar, en el futuro, de algún libro exitoso que no nos hace tanta justicia? :slightly_smiling_face: ¡Ojalá!
¡Un gran saludo!

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El plan de marketing es lo que te ayudará, pero como bien dices si no tienes un buen “producto” poco puedes hacer, por otro lado, y contradiciéndome a mí misma, numerosos libros de una calidad extraordinaria mueren sin remedio en este mercado editorial que se encuentra (en mi opinión) bastante saturado.

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Yo no lo veo del todo una contradicción. Que un plan de márketing no funcione con un libro malo no quiere decir que sí funcione con un libro bueno :slight_smile:

Que el libro sea bueno es una condicion necesaria pero no suficiente para que funcione el plan del márketing (o al menos eso creo).

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Muy cierto e interesante lo que comentas, yo me refería más bien a que aunque tengas un buen plan de marketing para un buen libro no siempre va a conseguir llegar a los objetivos marcados. Luego podríamos entrar a debatir que se entiende por “bueno” y “malo” en cuanto a libros… Jajaja pero eso sería más extenso!
Saludos

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Corín Tellado es muy conocida, o por lo menos lo fue durante muchísimo tiempo en novela romántica. Rara es la lectora de romántica de más de cuarenta años que no haya oído hablar de ella o leído alguna novela.

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La clave es la constancia y evidentemente el marketing en todas sus facetas es esencial hoy en día. Porque ir a una feria es marketing, Amazon es marketing, las redes, las notas de prensa a los medios…
Hay que ser constante escribiendo y dando lo mejor de ti cada día, pero hay que ser igual de constante para promocionar tus libros. Al menos así lo veo yo como escrutora y comunicadora. Las dos caras de la moneda.

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Tienes toda la razón, la realidad es muy cruda, la gente cada vez lee menos. Cuando voy a una superficie comercial y veo la estantería de los “best seller” observo horrorizado que está repleto de: libros de autoayuda, de cocina y las biografías u otros especímenes de famosillos. Conclusión para conseguir que te lean hay se necesitan tres cosas, dedicación, ser realistas y paciencia.

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