Lo que buscan las editoriales

Hola a todos.
El mercado editorial ha cambiado bastante de unos años a esta parte. Cuando empecé hace casi una década, funcionaba de la forma clásica: escribías un libro, lo mandabas a la editorial (o al agente) y ellos decidían si les encajaba para publicarlo. En aquel momento el silencio solía ser la respuesta negativa, igual que hoy.
Sin embargo, hoy ha cambiado todo. Las grandes editoriales (que son solo dos, Planeta y Penguin) actúan así: marketing le comenta al editor lo que está de moda (por ejemplo, novelas de osos que hablan). Entonces es el editor quien habla con el autor y le propone que escriba sobre ese tema. El autor acepta el “encargo” y se publica.
Es decir, el camino de tener una idea y escribirla ya no funciona. Ahora hay que comentarla con los editores por ver si les cuadra en lo que buscan y aceptar las directrices de la editorial.Tú puedes tener una idea maravillosa sobre un viaje a la Antártida, que no les interesará porque buscan thrillers con payasos asesinos. Ahora mismo, casi todos los libros que se publican van en esa linea. Cuando veáis a un escritor que cambia de género de forma sospechosa ya sabéis a qué se debe.
¿Desolador? Según se mire.
Si sois rápidos, si sois versátiles, si aceptáis que os metan mano en los argumentos… podéis publicar “fácil”. Mi recomendación es que mandéis propuestas a las editoriales. Primero, mirad lo que se publica, cread vuestro argumento de unas cuantas páginas (incluido el final) y mandad varios capítulos de muestra. Quizá no les interese esa historia en concreto, pero sí os tomarán en cuenta cuando busquen otros y quizá consigáis un “encargo”. Si tenéis agente, comentadle esta posibilidad.
Habrá que ver cómo va todo estos meses post pandemia. Se dice que se publicará menos, así que irán con más ojo y sufriremos una avalancha de títulos de youtubers y presentadores de radio.
Cualquier cosa me decís. Saludos!

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Es un gran aporte tu experiencia de cómo a cambiado el mercado literario, y todo ello en el caso que tengas un agente o una editorial. Yo publique hace poco en Amazon, hasta ahora no ha sucedido nada con mi libro, como puedo encontrar un agente o una editorial para impulsarlo? Saludos…

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Si ya lo has publicado por tu cuenta no podrás publicarlo en editorial ni se interesará ningún agente salvo que seas número 1 en ventas durante mucho tiempo. Los medios tradicionales buscan inéditos. Mi consejo es que los siguientes títulos los envíes primero a agencias (están en google) con una buena carta de presentación. Es más fácil lanzar a nuevos autores que a quien lleva un par de novelas con ventas bajas, así que no es imposible.

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Es curioso, porque si solo van a aceptar lo que esté de moda, tienes muy pocas posibilidades de acertar, ¿no? Si lo he entendido bien, si quieres escribir lo que te apetece y no lo que dicta el mercado, publicar de forma tradicional es casi imposible. Por tanto, para publicar ese libro que quieres escribir (no el que quieren que escribas), la única solución es autopublicarlo, pelearte mucho para que vaya muy bien (posiblemente escribir una serie, usar anuncios, mucho marketing en redes sociales, email list, etc.) y rezar por que, cuando tengas éxito en la autopublicación, una editorial llame a tu puerta.

Lo que comenta @Claus es una parte del negocio editorial, pero no la totalidad. Es cierto, y cualquiera podrá observarlo haciendo un análisis, que cuando se produce un éxito arrollador, surgen al poco un montón de obras similares. Hay autores que aprovechan estas «olas» y, otros que, ya con anterioridad, las cultivaban y son fichados en ese momento. Es innegable. Ahora bien, esto no excluye que, al margen de las tendencias, también se editen otros títulos, por su calidad literaria o viabilidad comercial.

Por otra parte, el tamaño de la editorial también puede influir bastante debido a su propio organigrama. Una pequeña, suele tener un equipo muy reducido de personal, con lo que las decisiones se toman en petit comité. En las grandes, en cambio, las opiniones pueden ser muy diversas entre el departamento de edición, el comercial y, finalmente, los accionistas (de ahí también que los procesos de valoración impliquen mayor tiempo de respuesta).

Sobre esto habla, por ejemplo, Esther Tusquets en Confesiones de una editora poco mentirosa, de cómo cambia la labor de edición en una editorial independiente a formar parte de un gran grupo.

Si no se escribe con intención de aprovechar las tendencias, lo que corresponde para tener opciones reales de publicación es conocer el funcionamiento de cada editorial y ver en cuál encajaría la obra. Esto es fácil de determinar conociendo su catálogo y sus lanzamientos en los últimos años. Y también hay opciones de esta forma, siempre y cuando se le haga la propuesta a quien le pueda interesar.

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Por ahí iban un poco mis ideas, aunque quizás nos estemos saliendo de las dos grandes editoriales que mencionaba @Claus. En mi caso, tengo fichadas un par que se dedican a publicar libros de una temática parecida a los míos y, si alguna vez me decido a ir llamando a las puertas de las editoriales, supongo que empezaré por esas. Aunque, claro, son más pequeñas y las posibilidades de éxito pueden ser menores.

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Sí y no. No todo es el tamaño: las editoriales especializadas compensan las tiradas más bajas con la gran ventaja de contar con un público muy fiel (si han trabajado correctamente su catálogo) y también su propia red de contactos afines (si su departamento comercial o de comunicación han hecho lo propio). Quizá no consigan fácil que la obra se convierta en un bestseller, pero sí un longseller. Si se vende bien, además, los contratos se renegocian.

Por otra parte, tampoco publicar en la editorial más grande es lo mejor en todos los casos. De hecho, puede ser lo peor. Pondré un ejemplo: un autor novel logra colocar su primera obra, sacan una tirada inicial de 5500 ejemplares, y luego las ventas son 20 libros. ¿Qué futuro le aguarda? Pues, por lo general, desalentador. Si con la más grande pasó eso, todas las demás que sepan los datos, cerrarán sus puertas aprisa y corriendo… Remontar un fracaso de esa magnitud puede resultar casi imposible. Y casos así existen…

De ahí que, lo normal (y hasta diría recomendable), es ir ascendiendo a medida que las ventas van subiendo.

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Sí, más o menos es lo que pensaba. En mi caso, la opción obvia es De Librum Tremens. El problema que le veo a esto es que es muy difícil hacerse una idea de si te va a ser rentable; es decir, no tienes forma de saber más o menos cuántos libros puedes vender con ellos, y supongo que tendrás que fiarte de lo que te digan que vendieron con un autor similar o algo así. Para mí eso es un inconveniente, ya que vendo razonablemente bien en papel por Internet y tendría que estar más o menos seguro de que traería beneficios. Además, sabiendo que tendría que vender el triple para ganar lo mismo. Eso y que estoy muy mal acostumbrado a tener el control total.
Sé que eres partidario de digital-auto y papel-tradicional, pero estas son las pegas que yo le encuentro, desde la ignorancia.

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Claro, esas son las mismas preguntas que se hace una editorial ante una propuesta, ja, ja, ja. En el fondo, no es tan diferente cómo piensa un autor y un editor. Cuando se trata de un novel, ninguno de los dos puede saberlo, y por eso no suelen correr riesgos, porque la estadística pronostica pérdidas en un porcentaje altísimo de las veces.

Sin embargo, en tu caso, ya tienes referencias que aportar en este sentido: las ventas en papel que has tenido en Amazon con obras anteriores. Eso debes incluirlo en el informe porque son datos contrastables para fijar la tirada inicial. También es útil para ti, que ya sabes lo que vendes, y que te ofrecieran un tiraje menor no te interesaría. Así que, en este sentido, tienes ventaja al contar con una base de la que partir.

Ahora bien, ¿qué editorial te interesa? Por una parte, la que su línea editorial principal y tu obra coincidan. Por otra, la que te pueda ofrecer ese tiraje inicial mínimo acorde con tu nivel de ventas anterior. Teniendo en cuenta que, en las más pequeñas, lo habitual es que oscile entre 20 y 200 ejemplares, si tus números son mayores, debes apuntar más alto (para una mediana, en torno a 1000 ejemplares podría ser interesante, incluso menos si consideran que tienes una buena proyección).

Para averiguar algo acerca de la potencia de la editorial, habría dos opciones:

  • Contactar directamente y plantearle esto mismo, a modo de presentación, sin enviar la obra. Simplemente, aportando tu bio-bibliografía, sinopsis de la novela y comentando tus datos de ventas para preguntar, en función de esto último, qué tirada inicial podrían plantearse hacer en caso de que aceptaran una propuesta de edición. Aquí tienes que tener cuidado con una cosa: la tirada y la edición son cosas distintas. Te pueden decir que la edición sería de un millón de ejemplares y luego hacer una tirada de un solo ejemplar y no te habrían engañado. Las ediciones constan de un número de tiradas (impresiones), y la más importante a saber en este caso, es la inicial, que será la que determine el número real que será impreso en su inicio. Si no son claros en este aspecto, mal asunto…

https://marianaeguaras.com/diferencia-entre-edicion-y-reimpresion-en-los-libros/

  • O bien, sin hacer lo anterior o de manera complementaria, te vas a la base de datos de libros editados y miras allí cuántas impresiones o ediciones han tenido libros similares al tuyo. Como lo anterior puede no ser muy fiable (no siempre muestra los datos reales), compruebas en cuántas librerías y bibliotecas públicas está disponible y qué cobertura mediática ha tenido. Eso te dará idea clara de lo que puedes esperar.

  • También preguntar en las librerías de tu ciudad con qué editoriales trabajan de la misma temática de tu libro, te dará una idea de cuáles tienen mejor o peor distribución en, al menos, tu entorno más inmediato.

En fin, ni el editor ni el autor pueden saber a ciencia cierta qué va a pasar, pero con datos sobre la mesa se reduce el margen de error. :slight_smile:

P.D.: Eso sí, es recomendable probar con una obra y, una vez se vean los resultados, si son satisfactorios, ya con otras. En esto es mejor ir a poco a poco porque, si sale mal, puede suponer años el recuperar los derechos.

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Información de primera, como siempre, Miguel Ángel. Gracias.

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También ten en cuenta otra cosa, @Fede: todas las cláusulas del contrato se pueden negociar (no es el mismo para todos igual). Así que, si alguna de ellas te genera inseguridad, puedes intentar ajustar los términos. Un apoyo adicional con el que puedes contar es consultar a un abogado especializado en propiedad intelectual para que lo revise y te oriente en función de tus necesidades. Así te quedarás más tranquilo cuando firmes.

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Sí, lo tendré en cuenta también. Y, para tener algo de fuerza en la mesa de negociación, hay que tener argumentos, así que a seguir construyendo mi «imperio» en Amazon.

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Sí, «argumentos de venta», se denominan en jerga.

Sin duda, @Fede. Habiendo tomado ese sendero como el inicial, cuanto más fuerte estés ahí, más fácil te será también que se abran puertas potentes por cuenta ajena.

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Así iniciaba @Claus este hilo, también lo hemos comentado en más de una ocasión, y he aquí el gráfico de España: cada vez se editan menos libros impresos:


Fuente: https://es.statista.com/grafico/1/473955/numero-de-ejemplares-editados-y-vendidos-espana.jpg

Hola Esteban @pzbolivar , en lo personal prefiero los libros en papel.
Amazon España los suele enviar en un plazo muy corto, a veces de un día para otro o en tres días como sucedió con los que muestro en la imágen. No obstante, debo decir que “Los raids de la décima flotilla MAS” no han podido enviarlo, supongo que por carencias de la editorial.
Disfruté leyendo estos libros:

Me parece que el futuro de la industria editorial pasa en gran parte por la impresión bajo demanda.
Cordiales saludos,
Rolo.

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Sí, @pzbolivar, es un gráfico que muestra la historia reciente de la publicación por cuenta ajena en España. La retirada de subvenciones estatales provocó que muchas editoriales pequeñas-medianas cerraran o se reconvirtieran en empresas de autoedición; al ser estas las que, tradicionalmente, daban posibilidades reales a autores noveles para profesionalizarse (por aquel entonces, bastaba con dos obras por cuenta ajena, hoy son tres) y luego ser fichados por grandes grupos (un escritor novel está muy vetado a muchos niveles; un profesional, ya no), quedó muy tocada la base en la que se sustentaba la progresión del sistema y, desde entonces, fue en caída libre.

Esto se agravó cuando, en septiembre de 2011, Amazon llegó al país. El hecho de que las editoriales ya no fueran la única opción de publicación y más en un momento en el que, cada vez, resultaba más difícil recibir una oferta de edición por cuenta ajena para noveles, propició su auge en detrimento de la rentabilidad editorial convencional. Desde entonces hasta la actualidad, los datos de ventas de libros están sesgados, ya que no incluyen las cifras por cuenta propia. Por ejemplo, en la estadística oficial, se sitúa el libro electrónico en un 21% del mercado en 2021; pero la pregunta es: ¿cuánto están vendiendo los autores por cuenta propia? No hay modo de saberlo, pero, en mi caso, ha supuesto un incremento aproximado de 1500% frente a cuenta ajena al abarcar el mercado internacional hispano (por orden de ingresos y lectores, a través de cuatro plataformas: Google Play, Apple Books [mediante StreetLib], Amazon y Kobo) y no solo el nacional, que se sitúa en un 9%.

Con el sector productivo convencional primario (escritores) y secundario (editoriales) por cuenta ajena en declive, es lógico que se vea mermado en consecuencia también el terciario (distribuidoras y librerías tradicionales). Pero, como vemos, ha sido una sucesión de eventos concatenados lo que nos ha llevado hasta la actualidad: son mucho más numerosos los autores sin opciones de publicación por cuenta ajena que los que sí (aproximadamente, un 99% frente a 1%); las editoriales priman la rentabilidad para evitar quebrar, por lo que su toma de decisiones está centrada en argumentos de venta sólidos que los autores amateurs solo pueden ofrecer si han optado por cuenta propia y les ha ido bien (de ahí la tendencia a fichar casos de éxito en las plataformas digitales); y las librerías, para subsistir, deben ampliar su oferta de servicios con eventos: presentaciones, terturlias, clubes de lectura, talleres literarios, etc.

Todo está cambiando de continuo y, con el tiempo, se acelerará (esta es la previsión de los expertos en la revolución digital). Solo quienes se adapten sobrevivirán…

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